Otra derrota y un nuevo lesionado, Insua, para concluir una gira poco provechosa para el Dépor
26 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Una nueva derrota (3-1) y un lesionado más (Pablo Insua, con molestias en la cadera) pusieron punto y final a un viaje de escaso provecho para el Dépor.
Planteamiento inicial
Doble pivote, por ahora. Aunque Víctor Fernández ha empleado varias veces el 4-3-3 en sus anteriores equipos, durante la gira por Colombia ha optado por un 4-2-3-1 inicial que ha acabado en 4-4-2 en los dos partidos disputados. En el de ayer, el rodaje del rival volvió a ser decisivo, principalmente en la disputa de balones divididos, en las ayudas y en la continuidad en el juego. Juan Domínguez sigue sin recambio y todos buscan al naronés para dar salida al balón. En Cali estuvo menos acertado que en Bogotá pese a que contó con más ayuda en la creación. Queijeiro siguió dejando detalles esperanzadores.
Queijeiro
La mejor noticia de la gira. El coruñés asegura tener claro que su sitio es el Fabril, pero lo cierto es que el centro del campo es una de esas líneas que van a requerir muchos refuerzos (sobre todo si Víctor tira de trivote). El chaval (21 años) ha sido la gran noticia del viaje. Contra el Deportivo Cali pidió el balón, ayudó con criterio en las coberturas (mientras le duró el aliento) y exhibió descaro con un par de arrancadas inteligentes -ambas con la espalda bien cubierta- y pidiendo protagonismo en los lanzamientos a balón parado. Pese al voluntarioso despliegue del canterano, el control de la medular fue para el conjunto cafetero. El argentino Caneo se convirtió en el hombre del partido. Un ejemplo de criterio y acierto en el pase que llevó peligro constante al área de Fabricio.
Canella
Discreto estreno como titular. La otra novedad en la expedición blanquiazul ha sido Canella. Sin embargo, su presencia sobre el césped del Pascual Guerrero no marcó apenas diferencias sobre lo visto hasta la fecha. Sufrió frente a Viafará, que le ganó varias veces la espalda (la más clara, en un soberbio centro de Caneo a los 22 minutos), y también padeció las rápidas subidas de Palacios. Por contra, el asturiano apenas se sumó al ataque, aunque cuando lo hizo demostró que sabe llevar peligro. Sirvió la última ocasión del partido, que Borja echó fuera.
En la derecha, Manuel Pablo (y después Laure) también vivió un calvario ante las constantes incursiones del veloz Fabra.
Centrales
Demasiado lentos para jugar tan arriba. Los extremos y los laterales del Deportivo Cali aprovecharon la falta de ayudas de los atacantes blanquiazules además de la barbaridad de espacios a la espalda de sus marcadores. También la explotaron Rivas o Ramírez sin necesidad de caer a las bandas. Tras la lesión de Insua (los problemas físicos han sido otra constante en Colombia), el Dépor acabó de descoserse. Extrañamente (por su veteranía), Lopo estuvo ayer más fallón que Deak. El catalán se vio especialmente perjudicado por la exigencia del entrenador de adelantar la última línea hasta casi el medio del campo. Ramírez tuvo dos mano a mano producto de las recuperaciones locales. Fabricio fue víctima de un acoso constante y nada tuvo que ver con el 3-1 final. Muy al contrario, demostró que Lux tiene un relevo de garantías.
Luisinho
Otra vez como extremo. Si Luisinho le ha enviado a Víctor el mismo recado que a Vázquez, el portugués continua predicando en el desierto. El técnico maño tampoco ha accedido a ubicarle como lateral y optó por hacerle jugar de extremo en los dos encuentros de la gira (en el de ayer incluso pasó algunos minutos en la derecha). El caso es que el ex del Benfica sigue rindiendo bien en posiciones ofensivas, por poco que le guste partir desde tan arriba. Ante el Deportivo Cali estuvo muy activo y apenas cometió errores.
Arizmendi y Rudy (ambos en puestos de salida del conjunto blanquiazul) también quisieron hacerse notar, aunque su innegable voluntad estuvo bastante reñida con el acierto. Toché se quedó aislado como único punta.
Juan Carlos
Pelea por quedarse. La producción ofensiva mejoró bastante con la entrada de Borja como segundo hombre gol (aunque el único gol coruñés fue producto de una soberbia acción aislada de Bergantiños) y sobre todo con la irrupción de Juan Carlos. El canterano ejerció con acierto la misión de enlace entre la medular y la zona de ataque, con varios pases de mérito. Antes de partir a Colombia, insistió en que quiere quedarse en Riazor y puede ser de los pocos a los que haya cundido el accidentado viaje al otro lado del charco.