Pablo Insua, una cuestión de músculo

La Voz REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

MANUEL MARRAS

Víctor Fernández pide al central que mejore en el físico justo después de la llegada de dos competidores en su puesto

16 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La previa del Eibar-Deportivo dejó un titular más allá del partido de Ipurúa. Víctor Fernández aludió a Pablo Insua, baja este lunes por su renqueante tobillo, e hizo una reflexión general sobre la condición física del prometedor central canterano, la gran perla de Abegondo de los últimos años junto a Juan Domínguez y Bicho. El preparador deportivista exhortó a Insua a mejorar su capacidad atlética, una sugerencia que llega pocos días después de que el Dépor se haya reforzado en el centro de la defensa con dos ejemplares especialmente dotados con un físico rotundo.

«Insua es un defensa central y necesita alcanzar un cuerpo mucho más atlético. Es un chico que con 20 años necesita mejorar muchísimo su condición física para poder competir. Necesita ponerse en las mejores condiciones para competir, pero afortunadamente la lesión está pasando a un segundo plano», dijo Víctor Fernández sobre el cuerpo del arzuano, quitándole peso a sus problemas de tobillo y mirando más a medio plazo.

Oficialmente, Insua está en el 1.85 de altura y por debajo de los 80 kilos. Las virtudes del central canterano siempre se mencionaron en otros aspectos del juego no relacionados directamente con la fuerza. El sentido de la colocación muy afinado para un defensor sin experiencia en la élite, su poderío en el juego aéreo (también en ataque), su capacidad para salir jugando con la pelota desde atrás... Son los puntos fuertes que se nombran en todos los ejercicios de scouting de Pablo Insua.

A Víctor Fernández le gustaría, sin embargo, que Insua creciese no sólo en el campo. La sugerencia hecha pública en sala de prensa coincide con la llegada al Dépor de dos portentos físicos. Sidnei y sobre todo Diakité son dos centrales cuya presencia impone mucho respeto. De un perfil más rocoso, los nuevos fichajes no sólo cubren la necesidad numérica de efectivos en la defensa, sino que le dan un punto de agresividad física a una zaga que no se caracteriza por ella.