Medunjanin afinó su fenomenal golpeo en el AZ, tutelado por Kenneth Pérez
23 oct 2014 . Actualizado a las 16:20 h.Manucho recorta a Filipe y levanta la cabeza. Ve la irrupción de un compañero por el centro y le pasa la pelota. Diego Costa ha arrastrado a Manuel Pablo y Sergio llega tarde a la ayuda, así que Medunjanin se frena ante Colotto, a un par de metros del área grande, y coloca la bola en la escuadra izquierda de Aranzubia. Así acabó de sepultar el Valladolid la fenomenal racha de un Deportivo que llegaba a Zorrilla en puestos de Champions. El bosnio firmó el cuarto tanto de los pucelanos con un impresionante detallazo de clase. La misma que el domingo le sirvió para estrellar el cuero en la cruceta de Yoel, con cinco temporadas exactas de diferencia.
Jugando para los castellanos, aún le hizo otro tanto al conjunto coruñés, dirigido por Lotina. De nuevo al final del encuentro, en esta ocasión en Riazor, convirtió el 0-2; el último de los cinco goles que anotó en la 2009-2010 con los blanquivioletas, que acabarían descendiendo a Segunda.
Un lustro más tarde, Haris se ha dejado barba y redime su pasado en A Coruña, convertido en motor del Dépor. Representante del buen pie que Víctor Fernández reclama en sus futbolistas. Es el que más minutos ha disputado (692) y nadie interviene tanto como él en el juego blanquiazul. Además, solo Fariña le supera en eficacia en el pase, aunque el argentino busca al compañero la mitad de veces por partido (22,3 por 45,1 de media). Líder en balones recuperados en cinco de los últimos seis encuentros de los coruñeses (Luisinho le ganó en el derbi), fue también el jugador que más corrió del duelo con el Valencia y es el tercero en kilómetros por encuentro.
Ensayos tras entrenar
Pero más allá de tan fenomenal despliegue, Medunjanin destaca por su golpeo de pelota. Punto de partida en todas las acciones de estrategia, encontró la red en Sevilla y la rozó el pasado domingo en Riazor. Coloca el cuero a su antojo en saques de esquina y faltas laterales.
Al bosnio le gustó desde crío ejercer de ejecutor a balón parado. En Holanda, adonde llegó a los siete años huyendo de la guerra, su pericia llamó la atención de clubes de primera fila y el AZ le dio la oportunidad de debutar en la Eredivise. Allí, el espigado centrocampista acabó de pulir su golpeo a la sombra de un maestro danés. «Si tuviera que elegir a uno, decirte con quién aprendí más, te diría que fue con Kenneth Pérez. Siempre nos quedábamos practicando un buen rato al acabar los entrenamientos. Le pegaba muy bien a la pelota. La ponía donde quería».
Cuando Haris se estrenó con el primer equipo de los de Alkmaar, a los 19 años, su compañero ya había cumplido los 30. El mediapunta internacional por Dinamarca, de madre canaria, brilló en varios equipos holandeses, exhibiendo un notable nivel técnico.
Pjanic y Manu Sotelo
El jugador del Dépor tiene también un referente en su selección, aunque más joven. «Cuando voy con Bosnia, practico mucho con Pjanic», revela. El de la Roma es otra garantía a balón parado.
¿Y en A Coruña? Escasean los grandes lanzadores en el actual plantel blanquiazul; sin embargo, hay un experto en el diseño de jugadas de estrategia. Esta temporada, Manu Sotelo ha visto reducidas sus funciones en ese campo, pero sigue efectuando minuciosos análisis de porteros. Después, le explica a los atacantes cuáles son las respuestas habituales del arquero rival en distintas situaciones.
Los hay que se apartan mucho de la línea de la barrera o se arriman excesivamente a ella. Otros aguantan demasiado bajo palos en los saques de esquina. Detalles que el técnico recoge en un análisis Dafo (con debilidades y fortalezas) que incluye al meta titular y al suplente (en el del domingo, por ejemplo, figuraba también Yoel). Información clave para gente como Haris, que en Sevilla dedicó a Sotelo su espectacular gol. Uno más de la factoría Medunjanin.