La tercera revolución del Deportivo

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

Víctor Fernández medita un nuevo giro de timón de cara al partido del viernes

04 nov 2014 . Actualizado a las 15:43 h.

El Dépor no puede esperar más, si desea seguir pisando el terreno firme de las plazas de permanencia. Su lastimosa derrota contra el Getafe, unida a los triunfos del Levante y el Elche, así como el trascendental compromiso del viernes (20.45 horas, Canal+ Liga y GolT) contra el Córdoba, otro de sus adversarios por la salvación, invitan a Víctor Fernández a planificar su tercera revolución en lo que va de temporada, aunque todo dependerá de los jugadores de que realmente disponga.

Las lesiones también influyen en este afán del entrenador por mantener a todos sus futbolistas enchufados a la competición, solucionar los problemas diagnosticados y encontrar por fin un Dépor fiable. Después de diez jornadas y dos revoluciones, y teniendo en cuenta que la plantilla se cerró más allá del 1 de septiembre, nada menos que cinco futbolistas del once de la primera jornada en Granada repitieron en la décima, que acaba de disputarse. Fueron Insua, Luisinho, Juan Domínguez, Cavaleiro y Fariña.

Pero ni siquiera estos pueden darse por seguros en los planes del entrenador, a quien no le tiembla el pulso cuando cambia el paso de su vestuario, como demostró no hace tantas jornadas. Así, acuñó por primera vez aquella frase de que mover el árbol, que repitió en la reinvención posterior, cuando el Dépor preparaba el partido contra el Eibar en la tercera jornada. Incluyó entonces a tres de sus más recientes fichajes, Sidnei, Juanfran y Postiga, así como a Álex Bergantiños, con el que hasta ese momento apenas había contado. Al tiempo que descartó a José Rodríguez y a Canella, a quienes alineó a cuentagotas desde entonces.

La apuesta solo se modificó para recibir al Madrid, en un choque en el que reservó a algunos de los habituales, y también para suplir la lesión de Juan Domínguez horas antes del derbi. La baja del canterano provocó que, por primera y única vez hasta ahora, repitiese la misma alineación en dos encuentros consecutivos (Balaídos y la visita del Almería). Las ausencias de Cuenca y Postiga obligaron a variar el once en Sevilla, donde el paupérrimo rendimiento general llevó a Víctor Fernández a promover una segunda revolución.

El mejor partido

Esta fundó un nuevo sistema, el 4-4-2, con el que apabulló al Valencia y arrancó al Espanyol un empate sin goles antes de volver a estrellarse el pasado viernes. Wilk se estrenó en el centro del campo y Cavaleiro como delantero centro. Al mismo tiempo, intocables como Laure y Lopo dejaron el césped, aunque el principal cambio señaló a la portería, donde Fabricio sustituyó a Lux, y se aplaudió a Lucas, señalado como referente y cuya baja posterior parece cuestionar la continuidad de este nuevo intento por enderezar al Dépor. «Quiero pensar que no fue falta de intensidad -señaló ayer Fabricio-, sino que se trata de tomar mejores decisiones. Tenemos que jugar cada fin de semana el mejor partido de nuestra vida», añadió.

Los sucesivos cambios dejan a apenas seis jugadores por debajo de las cuatro intervenciones. Serían Lucas, Juan Carlos, Diakité, Manuel Pablo, Seoane y el lesionado Salomão. Quizá entre ellos esté la próxima revolución del Dépor.