Córdoba y Deportivo caminan sobre el alambre de un campeonato tan largo que permite, durante mucho tiempo, mantener esperanzas. Pero como es sabido, cuanto antes se confirmen en la tabla «se dejará de sufrir». Visto como discurrió y como se mantuvo el empate, no hay nada que reclamar al Dépor. Sobre todo porque tuvo un par de hechos en contra. Un penalti al que Fabricio respondió con una gran parada y el jugar con un hombre menos durante una hora. Tampoco hay que quejarse porque el 0-0 ya sería un buen resultado entre dos equipos que siguen ofreciendo algunos claros, sobre todo el Córdoba del que, después de ver los primeros minutos, no creíamos que resistiría el acoso coruñés.
Una segunda parte sin novedades dignas de mención. Se mantuvo el 0-0 a lo largo de 45 minutos envueltos en la incertidumbre y emoción por el posible desnivel en el marcador. La mejor puntuación hay que concedérsela a Fabricio con algunas intervenciones que nos recordaron al inolvidable Acuña. Y no se dice por su parada en el penalti, sino por la seguridad que transmite al seguidor deportivista. En resumen, un valioso punto para los coruñeses, confirmando aquello de que el Arcángel era un campo para puntuar. Confiemos en el futuro, pues puntuar fuera de casa suele elevar la moral del equipo.