
El Deportivo solo cometió una falta tras quedarse con diez, ninguna en toda la segunda parte
09 nov 2014 . Actualizado a las 20:56 h.A Fede Cartabia le amargaron la noche de viernes entre Canella y Luisinho. Hasta el punto de acabar abandonando la banda derecha para arrimarse al centro y buscarse allí la vida. Pero incluso en esa posición, metido a falso enganche, le costó quitarse de encima a su marcador portugués, que en el minuto 39 lo frenó bruscamente cuando intentaba aproximarse al área de Fabricio. La infracción tuvo miga, porque ya no habría más. Al menos por parte del Deportivo -cuatro cometieron los locales desde ahí hasta el final del duelo-. Un dato sorprendente en un equipo que antes de visitar El Arcángel tenía una media de más de quince faltas por encuentro -el récord está en las 26 de Granada-. Pero el detalle crece en lo peculiar si se tiene en cuenta que la de Luisinho fue la única acción antirreglamentaria de los coruñeses en la hora larga que pasaron con diez jugadores sobre el campo.
Con cinco infracciones acabaron el partido los de Víctor Fernández -el resto se las repartieron entre Wilk, Canella, Lopo y Postiga, a una por cabeza-, que sin embargo supieron no pasar demasiados apuros para mantener la portería imbatida.
líneas muy juntas
Cavaleiro, una isla en movimiento continuo
Después de que Lahoz se cargara el choque expulsando al punta visitante, el Dépor juntó aún más sus líneas, insistiendo en la propuesta que tuvo su punto álgido en Riazor frente al Valencia.
Djukic abrió el campo convirtiendo a sus laterales en extremos para comprobar cuánto daban de si los ocho futbolistas blanquiazules hacinados entre la divisoria y la línea del área grande. La solidaridad y el sacrificio resultaron clave en esa hora con diez. Y de ese último aspecto no hubo mejor exponente que Cavaleiro, único verso libre entre tanto rigor táctico. Peleó por todas el portugués, sin hacerle ascos a ninguna. Ni las que le llegaron por el aire, lanzadas por Fabricio, ni las que tuvo que perseguir a ras de césped. Tanto esfuerzo le convirtió en el jugador con más kilómetros recorridos: algo más de once.
una ocasión concedida
Borja tuvo la única clara aparte del penalti
El trabajo defensivo dio un fruto bien visible, porque el Deportivo solo concedió una ocasión clara aparte del penalti. La tuvo Borja tras una buena jugada del Córdoba. El centrocampista local remató sin piernas de por medio un pase atrás de Fede y se encontró con la fenomenal respuesta de Fabricio, que por lo demás solo tuvo que responder a cuatro disparos lejanos (uno del propio Borja y tres más de Abel). El resto de chuts de los de casa (hasta llegar a los diez que sucedieron a la expulsión) se marcharon fuera.
sin balón ni toque
Demasiados fallos en el pase
El escenario en el que se manejaron los visitantes durante la última hora de encuentro dificultó mucho las transiciones. El conjunto coruñés apenas pudo ligar más de tres pases seguidos y registró su mayor desacierto de la temporada en este apartado (solo el 59% de envíos exitosos). Además, el Deportivo no llegó al 35% de posesión.
renuncia al ataque
Tras la expulsión, el objetivo se redujo a un punto
Una derrota en el campo del colista habría sido un duro revés que digerir durante el parón, antes de otro duelo clave ante la Real. El equipo dio por bueno el empate y apenas arriesgó. Apenas disparó dos veces (una Lopo y otra Juanfran) desde que se quedó con uno menos.