Marcó dos golazos con el Fabril, uno por cada escuadra, en apenas 60 segundos
02 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Pelo rubio, apuesto, de estilo elegante, buen manejo de balón y gol. A Marcos Remeseiro Conde (A Coruña, 21 de julio de 1992) le costó entrar en la órbita del Deportivo, pero desde que se ganó esa oportunidad de formar parte del Fabril el pasado julio del 2013, parece dispuesto a no dejar escapar esa opción de llegar a ser profesional. El domingo vivió en Bertamiráns uno de esos momentos mágicos que te da el fútbol. Firmó una gran actuación personal y marcó los dos goles que le dieron la victoria al filial.
Dos auténticos golazos. «El primero fue un centro al área desde la banda izquierda, los defensas locales lo despejaron hacia un costado y la enganché de volea, dentro del área pero cerca del vértice que la limita, cruzando el disparo y metiéndolo por la escuadra contraria», describe. «El segundo fue una falta escorada. La puse por encima de la barrera y también entró por la escuadra. Fue increíble», añade.
Humildad
Dos auténticas genialidades que bien pudieran haberlas firmado cracs como Messi o Cristiano Ronaldo. De esas que habrían dado la vuelta al mundo. Remeseiro, en cambio, tuvo la mala fortuna de que no había cámaras en el campo del Bertamiráns. Éxito ciego.
En cualquier caso, el jugador gallego es humilde y deja claro que estos golazos no se le van a subir a la cabeza. «Tuve la suerte de que me entraron las dos por la escuadra. Tiré y salieron ahí. Cada tiro por una diferente. Otras veces te salen del campo, pero tenía el día», apunta sonriente.
Si el hecho de conseguir dos auténticos golazos en un mismo partido es atípico, más aún lo es conseguirlos con solo un minuto de diferencia. «Fueron casi seguidos. Ellos sacaron desde el centro del campo, la echaron hacia arriba, nosotros también, provocamos esa falta y gol. Un minuto. Un minuto y medio como muchísimo», relata.
Golpe anímico
Los goles siempre llegan en un buen momento, pero los conseguidos en Bertamiráns son especialmente importantes para Remeseiro. «Ahí atrás estuve un mes tocadillo. Tengo pubalgia. No estuve jugando demasiado, pero ahora me encuentro mejor y ojalá me sigan poniendo... », destaca entre risas.
¿Y el primer equipo? Marcos ya estuvo entrenando en varias ocasiones a las órdenes de Víctor Fernández y su ilusión es poder llegar a debutar algún día en Primera. «Todos los jugadores del Fabril somos conscientes de que nuestro equipo es el filial, y que debemos hacerlo bien aquí si queremos llegar a tener algún día la oportunidad. Yo no quiero pensar mucho en ello, pero ojalá puedan contar conmigo arriba», señala.
No en vano, del primer equipo destaca el buen ambiente. «Por edad, me llevo muy bien con Isaac [Cuenca] y Fariña. Luego está Manuel Pablo, que nos aprieta y nos aconseja a los más jóvenes. Está muy bien que los veteranos se impliquen con nosotros», alaba el canterano.
Ahora comienza la Copa del Rey para el Deportivo. Fabrilistas como Remeseiro aguardan con ilusión una llamada.