Tino Fernández: «Les diría a los Riazor Blues que lo que procede ahora es que se disuelvan»

Son días frenéticos e intensos para Tino Fernández, presidente del Deportivo, al que no solo le ha tocado rescatar al club del riesgo de desaparición por la ruina económica que heredó, sino que ahora afronta una de las mayores crisis sociales de la historia del Deportivo.

-¿Qué lectura hacer de todo lo acontecido?

-Tristeza. Ha sucedido algo muy triste y desgraciado, en el que se ha visto involucrado el Deportivo, y esto es malo, no solo para el club, sino para A Coruña, España y el fútbol en general.

-¿Es el fin de verdad de los Riazor Blues, tal y como dijo ayer?

-Los Riazor Blues no tendrán presencia en el fondo. Estoy convencido de que esto es un punto y final. Lo que nosotros hemos hecho con la grada son las primeras medidas. No tenemos información oficial sobre cuestiones como la reyerta y los detenidos, por lo que no podemos hacer mucho más. Teníamos que solucionar un tema inmediato, que es la disputa de dos partidos inminentes en Riazor, y lo que hemos hecho es impedir que esa grada estuviera poblada por los Blues como si no hubiera pasado nada. Este es el primer paso de un camino largo que no andaremos solo nosotros, porque no se puede arreglar de una forma individual.

-¿Qué diría a los Riazor Blues?

-Que su camino no conduce a ningún lugar. Les diría que lo que procede ahora es que se disuelvan. Humanamente sentimos la muerte y pedimos a las autoridades que detengan a los asesinos.

-¿Y si los Blues no se disuelven?

-Lo veríamos. Pero puedo decir que desde ahora ya no tendrán presencia ni las personas, ni las pancartas ni los mensajes. Creo que esto se ha acabado.

-Si no llega a pasar esta desgracia, ¿tenía usted y su consejo un plan para expulsar en el futuro a los Blues?

-La verdad es que no. Lo que sí tenemos es la fuerte convicción de que la violencia no tiene cabida en Riazor. Hay que acabar con la violencia física y la verbal. No teníamos un plan, pero lo que ha pasado es un punto de inflexión.

-¿No conocía la existencia de un grupo tan violento entre los aficionados del Deportivo?

-No.

-¿El Deportivo sabía algo de lo que se estaba cociendo antes del encuentro del Calderón?

-Nosotros tuvimos sospechas de un posible desplazamiento de un grupo, pero no conocíamos a ciencia cierta nada ni lo que se estaba gestando. Lo que hicimos fue comunicar nuestras sospechas a nuestro interlocutor oficial en la policía.

-¿El Deportivo vendió entradas a los Blues?

-No. Pudieron acabar algunas entradas de forma aislada en manos de ellos, pero no como una venta en bloque desde el club. Vendimos entradas a particulares, con un máximo de cuatro por persona. Dónde acaba cada una no lo sabemos porque la normativa no nos pedía más trazabilidad. Cuando hemos vendido entradas a los Riazor Blues, como fue el caso en su día con motivo del viaje a Lugo, lo hemos dicho a quien teníamos que decírselo.

-¿Y pudo el Deportivo haber vendido las entradas sin que se enterara el presidente de la entidad?

-Me tengo que fiar de nuestros empleados y responsables de seguridad. A la Federación de Peñas les vendimos un lote, fruto de un convenio que tenemos con ellos, de sesenta entradas.

-¿Y qué hay del segundo lote del que se habla y que el Atlético de Madrid asegura que les remitió al club?

-Es cierto que la dirección de mensajería a la que envió el Atlético las entradas era nuestra. Pero el Deportivo ni gestionó las mismas ni las ha pagado. Fue la Federación de Peñas la que gestionó directamente con el Atlético la compra de entradas.

-¿El Deportivo ocultó información a la policía o a quien hubiera que informar?

-Todo lo contrario. El Deportivo informó de las sospechas que tenía. No teníamos contrastado el viaje, solo una sospecha. Pero lo dijimos desde el minuto uno.

-Entonces, que se investigue todo, ¿no?

-¡Claro! Por supuesto. Que se investigue quién pagó las entradas y cómo. Que miren los móviles de quien haya que mirar, los wasaps de todos lo que pudieran haber participado en esta historia. Los SMS. Que lo miren todo para que se sepa la verdad.

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