Exigen al presidente que participe hoy en un homenaje a Jimmy. Si no lo hace, será abucheado
15 dic 2014 . Actualizado a las 09:04 h.«En la tormenta, nunca variar el rumbo». Javier Irureta aplicaba esta máxima cuando su equipo vivía una crisis. Hoy, el Deportivo vive algo más que una crisis o que una gran tormenta. Y en ella se desenvuelve como puede el presidente del club. Tino Fernández está siendo sometido a todo tipo de presiones, algunas de ellas más propias de organizaciones mafiosas que de nada que tenga que ver con el fútbol. Intentan obligarle a variar su rumbo. Incluso le han exigido que pida perdón, algo que, por cierto, vino a hacer ayer. También le advierten de la organización de un minuto de silencio en homenaje a Jimmy, algo que podría costarle un castigo al club, salvo que Antiviolencia mirara hacia otro lado.
¿Se debe guardar un minuto de silencio esta tarde?
Antiviolencia investigó el minuto de silencio celebrado en Riazor ante el Málaga en el partido de Copa. El Deportivo tuvo que justificar que ese minuto no era un homenaje a un ultra muerto en la pelea. En caso contrario, el club habría sido sancionado. Ahora, nos encontramos con una convocatoria por parte de un grupo de peñas para el minuto 30 del encuentro. Si Antiviolencia quisiera podría considerar el acto no como un lamento por la muerte de un aficionado, sino como un homenaje a un ultra. Lendoiro fue cesado fulminantemente de su puesto de embajador de la Liga por aparecer en el entierro. Tebas lo justificó en que lo que hizo el expresidente del club fue «una cierta apología de la violencia». Si Tino Fernández participara de tal acto, podría ser sancionado y, según algunas fuentes, incluso inhabilitado para desempeñar su cargo.
¿Cederá Tino Fernández al chantaje que está sufriendo?
A Tino Fernández, un grupo de peñas no solo le entregaron un comunicado en el que critican sus decisiones y su actitud en el caso de la muerte de Jimmy. Al presidente del Deportivo se le sometió a un chantaje en toda regla. Según algunas fuentes consultadas por este periódico, los métodos empleados con el dirigente son impropios de aficionados al fútbol y al Dépor. Pretenden obligarle a compartir un homenaje que saben que puede costarle al club un castigo. Y si no lo hace cargarán contra él pidiendo su dimisión durante todo el partido. Obviamente, un presidente no puede ceder a semejantes presiones por mucho que el ambiente sea irrespirable. Si se somete a las pretensiones de quienes le acosan, se convertiría en su rehén. Y un presidente podrá equivocarse, hacerlo mal o bien, pero nunca ser un títere de sus aficionados más radicales o de aquellos que se dejan llevar por una cierta irracionalidad emocional.
¿Se equivocó Tino Fernández con el cierre temporal de la grada?
Sin apenas tiempo, en un momento de enorme tensión, después del mayor episodio de violencia ultra que ha sucedido en España, el presidente del Deportivo comunicó el cierre de la grada en la que se instalan los Blues en cada partido. Fue una decisión valiente que ha molestado a un sector de la afición por sentirse de alguna manera señalado de forma injusta. Pero Tino Fernández sabía que no podía quedarse de brazos cruzados. Visto los acontecimientos con posterioridad, dicen que en el Consejo deportivista se han arrepentido de tal medida. Y así puede deducirse del comunicado hecho público en la noche de ayer en el que pide disculpas por las molestias que hayan podido causar. Son las dudas propias de las tremendas presiones que están padeciendo. Lo cierto es que Tino fue valiente y que con su medida intentó, ante todo, proteger al Deportivo, que con la muerte de Jimmy caliente iba a disputar dos partidos en Riazor. Aquello era una bomba que podía estallar, no a Tino, sino al club. Las consecuencias de unos incidentes en Riazor con todo el foco puesto sobre él podrían ser catastróficas. Y, por otro, mandó un mensaje de tolerancia cero a la violencia.
¿Son los Riazor Blues una marca maldita?
Los Blues no toleran que el presidente se haya referido a ellos como una marca maldita. Lo consideran una afrenta y exigen disculpas. Pero al margen de que se sientan ofendidos o de que Tino Fernández debiera o no decir tal cosa, ¿es de verdad Riazor Blues una marca maldita? El secretario de Estado de Seguridad dijo en el Congreso que la batalla campal entre ultras fue «acordada». Días antes, fuentes policiales confirmaron esta misma idea que reiteradamente está siendo desmentida por los Blues. Pero en los telediarios, amén de reproducir una y otra vez imágenes de la pelea, también se han emitido vídeos de la que se produjo en A Coruña entre radicales deportivistas y del Valencia; y de la pelea pactada que se produjo a primera hora el día de un Dépor-Sporting. Miembros de los Riazor Blues han protagonizado algunos de los hechos más violentos relacionados con el fútbol de los últimos años. En A Coruña, un sector de la afición los defiende y dice que los violentos de este grupo son unos pocos. En el resto de España se piensa en ellos como un grupo radical y violento y una marca tan maldita como la de otros grupos ultras.
¿Por qué los Blues pasaron de disolverse a seguir?
Tras la tragedia, los Blues pensaron en la disolución. Poco después, tras las acusaciones de que fueron objeto por parte del presidente y tras la aparición en escena de Lendoiro, se produjo un giro que ha acabado con la posición actual, en la que siguen sin denunciar a sus propios violentos y atacan al consejo. Los Blues están actuando como si fueran un fin en sí mismo, por encima del Deportivo al que dicen apoyar.