Villarreal: otra difícil salida

Vicente Leirachá
Vicente Leirachá PUNTO DE MIRA

TORRE DE MARATHÓN

20 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Parte de los seguidores de equipos que sufren repetidamente resultados adversos caen inmediatamente en una desilusión de la que esperan reponerse en los próximos partidos, porque creen que ganarán los suyos. Cuando no es así, algo que suele ocurrir con demasiada frecuencia, a ese seguidor no le queda otra más que mantener encendida la llama de la esperanza, confiando que le cambie la suerte (?); esa circunstancia favorable que surge de vez en cuando en alguna jugada y que el hincha le adjudica con entusiasmo al jugador, cuando es una simple casualidad. Dicen quienes más saben que «en el fútbol no deben valorarse las casualidades», que influyen de manera inesperada.

Anteayer, en Málaga, no se dieron esas casualidades a favor del Deportivo. El equipo coruñés no jugó bien, y tampoco el Málaga. Fue tanta la igualdad que hasta la ultima media hora no se desniveló el marcador. Con el 2-1, el Deportivo, que hasta entonces había aguantado bien, se vino muy abajo, dejando atrás un prometedor comienzo del segundo tiempo, fase que se esfumó tras el 1-1 conseguido por Postiga. Después, nada, o peor.

Si para el Dépor rodó mal el balón en Málaga, no hay argumentos que nos hagan suponer que mañana rodará mejor en Villarreal. Quizá resulte aplicarnos algo de lo dicho inicialmente en este comentario: encender la llama de la ilusión, confiando en que la casualidad -en plural- sonría al Dépor.

Buena tierra es la de Villarreal, pero su equipo de fútbol es un mal enemigo para cualquier visitante.