Ni el Dépor ofrece su mejor versión ni dispone de las herramientas adecuadas
22 dic 2014 . Actualizado a las 09:36 h.El Dépor se sostuvo en pie por la aportación de Fabricio y Sidnei, los únicos que reunieron las dos condiciones de un futbolista de élite: una actitud capaz de jugar cada minuto como si fuera el último y, al mismo tiempo, demostrar la aptitud o la competencia necesarias para llevar al club a la permanencia. Otra cosa es la validez de las herramientas (táctica y automatismos) que el técnico pone en sus manos.
Alineación
Demasiados futbolistas fuera de posición
La búsqueda de un rendimiento ofensivo propio de un equipo de Primera se vuelve desesperada. Ni siquiera valió el camino trazado contra el Elche: de mediocampo hacia delante jugaron los mismos del pasado lunes, pero solo Toché repitió en su posición. Cavaleiro, que es delantero o mediapunta, jugó la mayoría de los minutos por la derecha; José Rodríguez, que es mediocentro, en la mediapunta; y Fariña, mediapunta, como interior zurdo.
Rendimiento
Y otros jugadores muy lejos de su mejor versión
Por segundo partido consecutivo, Fariña, recién recuperado de una lesión, apenas duró una hora sobre el campo. Canella recuperó la titularidad tras dos partidos en los que ni siquiera entraba en la lista. No figuraba entre los once elegidos desde Córdoba, a primeros de noviembre. José Rodríguez tampoco pareció fino, especialmente tras el descanso, cuando perdió el escaso protagonismo de la primera parte. A su lado, Juan Domínguez, por fin en su posición natural y al lado de Álex Bergantiños, el acompañante que mejor le conoce, pasó de puntillas por el césped.
Eje
La intrascendencia de Juan Domínguez
Quince jornadas después Juan Domínguez volvió a jugar como organizador del Dépor, pero defraudó, especialmente de inicio, pues apenas tuvo el balón. Sostienen las estadísticas que el canterano, quien concluye contrato el próximo 30 de junio, fue el futbolista blanquiazul con más dominio, aunque Fariña y Bergantiños le superaron en porcentaje de pases seguros. El problema es que sus apariciones llegaron en zonas poco decisivas del campo. Alérgico al área, tampoco aportó llegada ni por sus propios remates (que no tuvo) ni por sus asistencias (únicamente le dio el pase a Cavaleiro que acabó con un chut alto en el final de la primera parte).
Ataque
Sin soluciones al pobre balance ofensivo
El primer disparo del Dépor llegó justo antes del descanso. Y el primer saque de esquina, en el minuto 65. El equipo coruñés respondió a su condición de equipo que menos disparos intenta (131, incluidos los bloqueados) de la categoría. Contra el Submarino Amarillo trató de colgar centros al área, especialmente desde las cabalgadas de Juanfran para que Toché o José Rodríguez los rematasen, pero el delantero apenas disfrutó de compañía en el área, salvo en el arranque de la segunda parte, cuando Fariña actuó de mediapunta y Cavaleiro se echó a la izquierda. Toché fue sustituido sin haber rematado a portería. Hasta ahora el Dépor solo ha marcado de cabeza uno de sus trece goles.
Táctica
La línea defensiva, otra vez de cuatro y muy retrasada
El Dépor apenas pudo practicar la presión sobre la pareja de centrales del Villarreal, quizá la línea más floja de que dispone, pues ni el joven brasileño Gabriel ni Víctor Ruiz, cedido por el Valencia en verano, han hecho olvidar al argentino Musacchio, lesionado. Con Lopo y Sidnei muy retrasados, los esfuerzos de Toché y de José Rodríguez por apretar al rival caían en saco roto, pues superada esa primera barrera, al Villarreal solo le quedaba correr en busca de Bergantiños y los centrales, justo el juego que más le convenía. El equipo local, tal y como se podía prever, sí que presionó con intención a los centrocampistas del Dépor para montar peligrosos contragolpes y lanzar a Cheryshev y Vietto. Así surgió el primer y el tercer gol.
Valiosos
Los armadores del juego: un medio, un lateral y un punta
Los deportivistas que más tuvieron el balón fueron Domínguez, Juanfran y Cavaleiro, mientras en el Villarreal, sus mediocentros (Bruno y Trigueros), así como el central Víctor Ruiz, autor de la asistencia a Vietto en el segundo gol, manejaron el juego. En el caso coruñés da idea de la escasa aportación de otros centrocampistas llamados a marcar el ritmo, como Bergantiños, José Rodríguez o Fariña, mientras también subraya la importancia de las apariciones por la derecha de Juanfran o el despliegue de Cavaleiro (el único deportivista junto a Postiga que acabó con más de un chut, pues llegó a los tres), capaz de abarcar muchísimo campo.