Urge, porque está acercándose peligrosamente ese tramo de la Liga del que intentar salir resultará muy difícil o imposible. Estamos viendo que en este campeonato los grandes también pierden en campos donde de antemano se les señalaba ganadores «sin bajar del autocar», según frase acuñada por Helenio Herrera a punto de iniciar un desplazamiento a Sevilla, en la última jornada de la Liga 50-51, en donde ganó 0-1 el Atlético de Madrid sumando los 2 puntos que le valieron para ganar el título de Liga, dejando al Sevilla con 38, tras la derrota con el «mago». Transcurrieron muchos años desde entonces, pero ya lo dice el paisano: «El tiempo no corre? ¡vuela!». Los hechos continúan pasando a velocidad de vértigo y a una sorpresa sigue otra porque las protagonizan los equipos a los que hoy vemos hundidos en el pozo y en dos o tres jornadas aparecen caminando de pie por la Liga, con el cuello estirado, presumiendo como un gallo altivo en medio de las gallinas, en el corral.
Los grandes también pierden y tenemos ejemplos a pares como la derrota del Madrid o el K. O. sufrida por el Barcelona en Anoeta. En medio de ese vendaval está el Deportivo, ofreciéndonos altibajos que deberán ser convertidos en una línea regular, sin presumir como hizo Helenio Herrera en aquella salida a Sevilla, pero sin perder de vista ese tramo peligroso, no solo complicado para los que aspiran al título sino también para aquellos de los equipos que hoy se señalan como condenados, pero se resisten, porque ninguno acepta la caída. Todos aspiran a alejarse del tramo peligroso.