Aquel partido contra el Granada de 1942

Vicente Leirachá
Vicente Leirachá PUNTO DE MIRA

TORRE DE MARATHÓN

21 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay partidos que no se olvidan. Unos, por el espectáculo, como el reciente de Messi, y otros porque dejan al seguidor sumido en el enfado por lo sucedido, que no esperaba. Hablaré de una derrota que tardé años en saber por qué sucedió. En la temporada 1941-42, el Granada ganó en Riazor nada menos que por 4-1, y el triunfo valió a los granadinos para escapar de un descenso que terminaron pagando el Hércules de Alicante y Real Sociedad. Hace de esto la friolera de 73 años y, cuando sucedió, me parecía imposible que a Acuña le marcaran en Riazor nada menos que ¡cuatro goles! El secreto (?) de aquel resultado en la tarde del 22 de febrero de 1942 no lo conocí hasta años más tarde, cuando ya periodista supe de otros amaños similares.

No olvidé aquel partido en el que observé estupefacto como le metían a Acuña en su portería balones que él solía detener sin apenas estirarse. El amaño había venido de arriba, entre los clubes, que lo habían hablado antes de poner el balón en juego, pero no se llegó a acuerdo alguno hasta el intermedio. Ya lo había anticipado de alguna manera Paco Bru, entrenador del Granada, a quien, en el viaje hacia A Coruña, habían entrevistado en Madrid preguntándole si el Granada iba a descender, según se desprendía por su posición en la tabla. Paco Bru, en tono tajante, había respondido al periodista: «El Granada no bajará, de esto me encargo yo». Efectivamente, ganó en el desaparecido campo de Riazor, en uno de esos partidos que nunca se olvidan. Y no por la alegría de ganar, sino todo lo contrario.

Aquella temporada el Deportivo terminaría el Campeonato de Liga en el cuarto puesto de la clasificación, por delante del Celta, Sevilla, Athletic de Bilbao y también un Barcelona que aparecía descolgado. Así, como lo leen.