Álex Bergantiños y Celso Borges, la octava combinación probada por el técnico esta temporada, parece haber dado al Deportivo el equilibrio preciso en la zona
08 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Hicieron falta muchas pruebas y que llegara Celso Borges para que Víctor Fernández acabara encontrando el equilibrio que buscaba en el medio del campo. El entrenador deportivista ya tiene la pareja de pivotes que tanto precisaba. Un dúo que da consistencia a la medular. Que araña cuando hay que arañar. Y que se ofrece en todo momento para realizar la transición defensa-ataque. Un coruñés de La Sagrada y un costarricense del cantón de Tibás. Dos hombres que tienen la encomienda de hacer funcionar a un Dépor que va a más. Un Dépor que cuenta como victorias los dos encuentros en los que ambos coincidieron en el campo. Dos victorias, en Vallecas y en Riazor frente al Eibar, que han llevado al conjunto gallego a la comodidad de la mitad de la tabla.
Pero el camino para encontrar la pareja ideal no ha sido fácil. Antes de que llegara el tico, Víctor hizo siete pruebas. Desde jugar con un solo futbolista como medio centro (Juan Domínguez) y una línea de cuatro por delante contra el Rayo, hasta probar con un trivote con Wilk flanqueado por José Rodríguez y Medunjanin. Dos derrotas (frente al Atlético de Madrid y el Málaga) llegaron para aparcar en el banquillo este experimento y con él al polaco.
Apuesta creativa de inicio
La Liga comenzó con una apuesta de actuar sin un mediocentro defensivo claro. La dupla José Rodríguez-Juan Domínguez en Granada y el gallego solo una semana después. A la tercera jornada de campeonato, el Deportivo visitaba al rocoso Eibar y Víctor quiso poner músculo en el medio. Había llegado la hora del de casa. Echó mano del siempre dispuesto Álex Bergantiños. La garra del coruñés y el guante en la zurda de Medunjanin. La victoria en el feudo eibarrés sirvió para dar continuidad a la pareja. Cinco partidos. Hasta el descalabro del Pizjuán.
Dos semanas sin fútbol y ultimátum para Víctor. El técnico blanquiazul reaccionó moviendo el árbol y se encontró a un Wilk al que había descartado en verano y solo la negativa de Zuculini permitió que se quedara en A Coruña. Junto al polaco, el hasta ese momento intocable Medunjanin. Luces y sombras.
El rubio mediocentro exhibía la misma seguridad en la contención que Bergantiños pero aparentaba algo más de creatividad. Su oportunidad llegó hasta el siguiente ultimátum al entrenador. Frente al Elche, en medio de una crisis social en el Deportivo, Álex asumió galones y se hizo fuerte en el círculo central. Primero, con Medunjanin como compañero. Más tarde, con Juan Domínguez. Finalmente, con Celso Borges.
Seis puntos de seis para la nueva pareja de mediocentros que el próximo sábado (18 horas, Canal + Liga y Gol T) tendrá una prueba de fuego en el Bernabéu.
La llegada del costarricense coincide con un gran momento de forma del coruñés