Hay que ganarle hoy al Sevilla. Frase que no debe quedar en simple demanda porque necesita ir más allá y la convertimos en un serio empeño para la defensa de los 3 puntos que el Deportivo necesita como un sediento el agua. Dicho así, quizá pueda parecer un tanto duro pero lo dice la situación del equipo coruñés en la tabla, donde le vemos con un pie al borde del abismo. Por esto recalcamos que hay que ganarle al Sevilla. ¿Y cómo se puede conseguir? No entraremos en ese terreno, siempre pantanoso, en el que no se puede pisar con firmeza. Hay partidos que se ganan y no se contaba conseguirlo, como, por ejemplo, la victoria sobre el Valencia, en tanto que en otros se da a la inversa. La Liga no se para y camina hacia un final que, sin la menor duda, resultará complicado no solo para el Deportivo sino que son varios los equipos cargados de temores y bajo seria amenaza. Por esto hay que prevenir a tiempo, antes de que el calendario diga que es demasiado tarde. Convenzámonos de que el triunfo en Riazor resulta primordial para esa permanencia que se persigue.
Manifestamos preocupación por el ambiente de optimismo que se desprende de las declaraciones que cada día hacen los hombres de Víctor Fernández, porque parece que nos hablan de un Deportivo más potente del que en realidad estamos viendo. El Sevilla se nos antoja como un rival tremendo y no solo por la calidad que puedan tener sus jugadores sino porque el plantel lo dirige el hijo del exdeportivista Emery, entrenador que desde la banda estimula a sus hombres, sin concederles respiro ni un momento de distracción durante los 90 minutos. Podrá comprobarse esta tarde en Riazor porque el partido promete resultar muy disputado. Esperamos que al final, el triunfo vista de blanquiazul.