Al Dépor le urge ganar hoy para rebajar la tensión y posicionarse para el esprint final del campeonato
22 mar 2015 . Actualizado a las 11:06 h.Más de una década de constante depresión económica, sin triunfos edulcorantes, ha mellado el rol del Dépor, inmerso ahora en la lucha por sacudirse la condición de gregario y recuperar empaque. Antojo en el que habrá pocas temporadas más importantes que esta que se arrima al desenlace. Después del Espanyol vendrá un parón de doble filo y enseguida el esprint en diez pasos, en el que los de Víctor necesitan como el comer plantarse bien posicionados. Ya sin la protección de los llegadores de lujo, toca afilar los codos y empezar a dejárselos para apartar rivales. Empezando hoy con uno que no debería salir peleón.
Sergio González ha sumado elementos nostálgicos a un conjunto cuyos vínculos con el coruñés han ido bastante más allá de los colores en las últimas campañas. El trasvase de jugadores y técnicos ha convertido las más recientes visitas pericas en un desfile de ex con buenos recuerdos para el deportivismo. El par de victorias fáciles como precedente y la desmotivante posición en la tabla del adversario, que además llega sin estrella, perfilan un campo abonado para cortar la mala racha. Falta ahora descartar la posibilidad de suicidio matutino.
El duelo se disputa aquí, en A Coruña; el equipo de casa se presenta con el plantel casi al completo (los hombres de baja no aspirarían a ser titulares), y los futbolistas que vestirán de blanquiazul a mediodía han pregonado su hambre durante toda la semana. Exhibición de ganas (verbal, de momento) acompañada siempre de una petición de aliento al graderío. Explotar el viento a favor, de ser posible.
El resto pasa porque el míster de con la tecla y los elegidos cumplan. Víctor empezó a dejar resuelta ayer su parte, para bien o para mal. «Somos 27 y hay que dejar nueve fuera de la convocatoria. Intentaré buscar siempre un banquillo equilibrado para dar soluciones a los problemas que nos podamos encontrar en el campo», razonó. Esta vez ha resuelto sumar a Cuenca, Medunjanin y Laure al grupo de bajas por decisión técnica y reemplazarlos en la lista por Salomao, Toché y Manuel Pablo.
Fariña, probable titular
Con los elegidos montará un once que apunta a novedad en la segunda línea. A esa altura, Fariña sentaría en el banquillo a José Rodríguez. «Lo veo muchísimo mejor que hace tres semanas. No estaba bien y ha necesitado volver a ajustarse en el plano físico. Todavía me gustaría que estuviera un punto más por encima», comentó ayer el entrenador sobre el argentino, que probablemente parta desde el costado izquierdo, donde menos cómodo se siente.
El futbolista cedido por el Benfica tendrá ocasión de reconciliarse con la hinchada y demostrar que su recuperación es completa. Le va a exigir el Espanyol, sobre todo en las ayudas. «Es un equipo con muy buena estructura defensiva y jugadores muy físicos de desplazamientos muy rápidos. Hace transiciones muy veloces», avisó ayer Víctor.
También habló el maño acerca de la ausencia clave en el rival: «A Sergio lo conozco, lo he dirigido durante más de dos años y es un jugador espectacular. Desequilibrante, pícaro, incisivo, gran rematador... Es decisivo para ellos e incluso condiciona el sistema del equipo». Sin él parece más fácil que el Dépor se abra paso antes del esprint.