Djalminha: «A Irureta no le pegué un cabezazo de verdad, aunque mis ganas eran otras»

TORRE DE MARATHÓN

Sostiene que el técnico «no era mala persona, pero el fútbol nos distanciaba»
08 jun 2015 . Actualizado a las 20:29 h.Un golazo al Celta, el penalti de Milán, la lambretta al Madrid, la colleja a Mostovoi y el cabezazo a Irureta. Cinco son las imágenes que rápidamente aparecen en la mente de cualquier deportivista que recuerda a Djalminha. La última, incluso le costó disputar el Mundial de Corea y Japón. Once años después, el futbolista desvela el porqué de su reacción y su relación con el técnico.
-¿Qué pasó aquel día en Acea de Ama?
-Es que... Yo nunca he hablado de eso porque para mí las cosas que pasan en el campo se quedan en el campo. Irureta tuvo una postura muy buena. Salió del entrenamiento y dijo que no había pasado nada, que no le había hecho nada. Pero luego aparecieron las imágenes y... La verdad es que no le di un cabezazo de verdad, aunque las ganas eran otras (se ríe). De todos modos, está claro que yo no estoy loco para actuar así sin ningún motivo. Él me ofendió en aquel momento y por eso yo reaccioné como lo hice.
-¿En qué consistió aquella ofensa? ¿Es cierto que le dijo: «Vete a tomar...»?
-La verdad es esa. Pero hasta hoy nunca he querido hablar porque su postura me pareció correcta. De todos modos, no voy a negar la realidad. Fue así. Yo estaba protestando un penalti. Una tontería, la verdad. La verdad es que si yo tuviera una buena relación con él no hubiera pasado esto. La mala relación fue desde el día que llegó al Dépor. No fue por dejarme suplente, como se dijo. Ganamos la Liga, yo jugaba y pese a todo no me llevaba bien. No estaba de acuerdo con su pensamiento...
-¿Volvió a coincidir con él?
-No. Si no hablaba con él cuando trabajaba, qué voy a hablar ahora. No es una persona que yo tenga rabia ni nada. No tengo nada contra él, solo con su trabajo.
-¿Pero por qué esa mala relación?
-Eran conceptos diferentes. Nunca critiqué a Irureta como persona. No tengo nada malo que decir de él. No me hizo nunca nada malo. Pero no estaba de acuerdo con su filosofía de fútbol y su metodología. Teníamos calidad para jugar mejor al fútbol, de forma más ofensiva. El problema es que no estaba de acuerdo y, claro, luego me dejó en el banquillo y me rebelé. Me enfadaba porque yo sabía que tenía condiciones para jugar. Y no era porque pusiera a Valerón. Cuando Valerón no jugaba, yo fui la persona que más insistía en que tenía que jugar. Creo que tenía que alinearnos a los dos.
-¿Con Víctor, el actual entrenador, cómo es su relación después del incidente contra el Valencia?
-Me sorprendió mucho cuando leí que iba a entrenar al Deportivo. Pero mi relación es muy buena, aunque no he coincidido con él estos días. No pasa nada. No tenemos ningún problema. Desde siempre. Es cierto que hubo momentos en los que nos enfadamos y durante algún tiempo estuvimos mal, pero el tiempo pasa, la cabeza se enfría y todo se olvida. Convivimos seis años juntos y la amistad que se forja durante ese tiempo es mucho más fuerte que cualquier problema que podamos tener. Lo que pasó aquel día quedó allí y se enterró.
-¿Cómo ve a este Dépor de Víctor?
-Tengo dolor porque no le veo muchas posibilidades. No hay dinero para fichar y es un problema grande. Pero deberían pelear, trabajando más, por traer jugadores no tan conocidos pero buenos. Porque si se sigue subiendo y bajando al final la gente dejará de ir al estadio.
-Son momentos complicados.
-Sé de la situación y me consta que el nuevo equipo directivo está trabajando muy bien fuera del campo, pero necesita rodearse de gente de fútbol. Lendoiro estuvo 25 años, se fue y dejó todo como lo dejó. Y si no está él, ¿quién conoce mejor el club? Pues los exjugadores. Así que creo que gente como Fran debería estar en el Deportivo. No quiero que pase como en el Flamengo, que ahora paga los salarios al día y tiene todo arreglado, pero dentro del campo no ficha bien, echa entrenadores todo el tiempo... Debe haber una administración fuera y otra dentro del campo y para esa se necesita a gente de fútbol.
«Otros sabían dar patadas y las daban, yo hacía lambrettas»
Djalminha vivió en primera persona algunos momentos históricos del Deportivo. Buenos y malos. Entre ellos, el día que Rivaldo se marchó al Barcelona. «Estábamos Mauro y yo en la habitación y Rivaldo vino diciendo que tenía una oferta del Barça. Decía que él quería quedarse, pero nos trasladó la oferta. Nos dijo cuánto le pagaba el Barcelona y le respondimos que nos gustaría mucho que se quedara pero debía marcharse. Era una cosa inevitable. Era mucho dinero. Cualquiera lo hubiera hecho.
- Sigamos con imágenes en la retina. Acaban de cumplirse quince años de la Lambretta.
-Ha quedado en la historia. Ahora está ahí Neymar haciéndolo y la gente le protesta. Yo jugaba contra el Real Madrid y ningún jugador vino a decirme nada porque es una jugada para mi equipo, no para hacer mal a ningún contrario. Para mí, Neymar tendría que hacerlo en todos los partidos. Cuando uno sabe hacer algo diferente debe hacerlo. Si los jugadores del Athletic supieran hacer lambrettas lo harían, pero no saben y por eso se quedan enfadados.
- ¿Usted ha tenido malos momentos con rivales por acciones de este tipo?
-Sí, pero paso de eso. No me importa nada lo que piensa mi adversario. Yo tengo que ganar a mi manera. El rival puede intentar hacerlo dando patadas, yo haciendo lambrettas. Cada uno lo suyo. Yo sé lo que sé hacer. Otros sabían dar patadas y las daban, yo hacía lambrettas.
- Y ahora que no hace lambrettas, ¿a qué se dedica?
-Hasta hace un par de meses hacía un programa en televisión Bandeirantes. Se llamaba Jogo Aberto y comentaba los partidos semanales. Ahora sigo con el showball. Ricardo Rocha y yo somos los directores de la marca en Brasil. Además mantengo otros negocios de construcción... Un poco de todo.
-¿No le atrae hacer algo de fútbol?
-Me lo planteo pero tendría que ser con autonomía. Quiero hacer algo por el fútbol. Ayudar de otra manera que no sea como entrenador. Me gustaría dirigir un club humilde y hacerlo grande. Rodeado de gente buena. Pero como eso es complicado, hasta que vea la ocasión prefiero no meterme.
Si lo hago, sería haciéndolo bien. No necesito de eso. Me ha dado mucho y si puedo retribuir con algo sería de esa manera pero no por cobrar un sueldo. No me hace falta, gracias a Dios.
-En su día Tino Fernández dijo que le gustaría tener embajadores por el mundo. ¿Le comentaron algo? ¿Encajaría usted ahí?
-No me han dicho nada. No he tenido ningún contacto. Me parece una gran idea. Es importante tener gente que sepa de fútbol ayudando en ese tema. Sin jugadores no se hacen equipos. Es algo que me gustaría. Además, sabemos hacerlo. Mirar jugadores que pueden llegar a Europa y jugar. Hay jugadores que tienen características y cualidades que no encajan en Europa. Y eso lo sabemos los futbolistas. Algunos son buenos y aquí no sirven para nada. Tengo visión para esto. Pero bueno, yo y muchos otros. No digo que yo sea la persona adecuada. Podría hacerlo cualquier otro, pero sí que sería bueno algo así.