El portero estará al menos un mes de baja por una lesión de grado 2 en el ligamento de su rodilla
14 ago 2015 . Actualizado a las 16:27 h.Lucas y Lux. Coruñés y argentino fueron los únicos que hallaron en A Pedreira algo más que un duelo incómodo con el que cerrar la pretemporada. Tarde nublada, césped alto y campo corto. Escenario ideal para dos futbolistas con prisa, que cerca estuvieron de saltar al campo vestidos de calle. Lucas, recién llegado de Madrid para debutar de blanquiazul en propiedad. Lux, recuperado a marchas forzadas del vestuario, a punto de pasar por la ducha.
Fabricio había abandonado los límites del área pequeña para despejar de puños, topando durante su vuelo con un delantero rival. El choque concluyó en lesión en dos tramos (el canario aguantó algunos minutos antes de pedir el cambio) y una cadena de voces que llegó de la portería a la caseta. Desde allí irrumpió Poroto a la carrera. Tan acelerado que hasta pisar la hierba no reparó en que llevaba dos guantes para la misma mano.
Aunque el veterano arquero se declara libre de supersticiones, lo cierto es que la anécdota le brindó suerte bajo palos; y si el duelo hubiera tenido más empaque, la doble parada del minuto 86 habría sido repetida en bucle por la tele. Ya en el primer tiempo, antes de dejar un puesto que acabaría recuperando por sorpresa, había negado un gol cantado a Permuy, el ariete del Galicia de Mugardos.
Alternativa de garantías
Toda esa confianza adquirida en un encuentro de aspecto inocente ganó ayer un montón de sentido. Porque las pruebas realizadas a Fabricio avanzan su ausencia en entrenamientos y partidos al menos hasta que llegue el parón de selecciones. La lesión de grado 2 del ligamento lateral interno de la rodilla derecha suele transformarse en más de mes y medio de baja. Plazo que seguro conseguirá reducir el de Vecindario, que además de reflejos gasta mucha voluntad y capacidad de sacrificio. Salvo milagro, eso sí, no estará recuperado a tiempo para recibir a la Real Sociedad ni para visitar Mestalla.
Turno para Lux, que ya fue titular hace un año en el duelo en Los Cármenes, donde el Deportivo regresó a Primera.
Encadenó siete encuentros antes de cederle el puesto a Fabricio para recuperarlo solo en citas coperas. Se esfumaba su objetivo de triunfar por fin en Primera tras haber sido pieza clave del ascenso. Ahora parece difícil prolongar el paso al frente más allá del plazo de baja del compañero, pero si algo le sobra a Poroto es una determinación que no ha dejado de exhibir ni cuando se sabía suplente fijo. Ayer renació en la sesión vespertina, coronada con un paradón que impidió anotar a Juan Domínguez cuando el naronés cazó un balón suelto en el área pequeña.
Víctor aplaudió la acción y al concluir el ensayo apenas dio importancia a la baja en portería: «Las lesiones son parte de esto. Cosas que pasan». Hay fe en el plan B.
Víctor Sánchez pule la coordinación defensiva con ejercicios de presión en bloque
«Ojo a las distancias laterales. El equipo tiene que llegar junto». Víctor Sánchez lleva toda la temporada insistiendo en el trabajo coordinado con la idea de que el grupo defienda y ataque en bloque. Ayer la propuesta se pudo ver con claridad sobre el césped de Abegondo con un ejercicio en el que la plantilla se distribuyó en un par de grupos, cada uno organizado en dos líneas. Mientras los técnicos movían la bola de un lado a otro, los jugadores se organizaban para no dejar ni un espacio libre.
El míster insistió una y otra vez en que los jugadores mantuvieran la máxima intensidad en todo momento. «Una secuencia más», exigió a los suyos, visiblemente agotados ya por el esfuerzo. La consigna era clara -«Hay que hacer cada salida al esprint»-, y en cuanto alguno relajaba un poco el paso, volvía a escucharse al técnico. «Dale Cani, dale», repitió un par de veces cuando la bola se acercó al maño.
Afinar la puntería
A continuación, todo el plantel cambió de campo para trabajar en dar solución a uno de los problemas más notables a lo largo de la pretemporada: el gol. Nuevamente repartidos en un par de grupos, los jugadores pulieron los centro desde las bandas con remate en el área pequeña y el disparo a media distancia.
La sesión concluyó, ya sin los jugadores que más minutos tuvieron en Mugardos, con un partidillo en espacios reducidos para afinar la circulación de balón frente a la presión rival.