El Deportivo reacciona ante el Mirandés y evita un problema en la Copa
TORRE DE MARATHÓN
El equipo coruñés sufrió en el primer tiempo, reaccionó para empatar con gol de Lopo y estuvo cerca de remontar ante un correoso rival
07 ene 2016 . Actualizado a las 13:17 h.El Dépor fue de menos a más en Anduva, una evolución necesaria para evitar un marrón en el partido de vuelta el próximo martes. El equipo coruñés se vio desdibujado en Anduva durante 45 minutos, pero reaccionó lo suficiente como para empatar y traer a Riazor un resultado optimista para meterse en cuartos de final de la Copa del Rey, incluso hasta para rozar la remontada con un balón al larguero de Oriol Riera. Los de Víctor mejoraron con Jonás Gutiérrez como tercer centrocampista, el argentino al auxilio de un equipo peleado con la pelota durante 45 minutos, pero que acabó domando al aguerrido Mirandés, que acabó sin fuerzas.
Víctor aseguraba en la previa que el Deportivo tendría que resolver el asunto de la Copa en Riazor. Sabía el madrileño de la intensidad y presión del Mirandés en su campo, esa que maniató y encajonó a un Dépor sin ideas con el paso de los minutos. Mezcló poco la dupla atacante de Oriol Riera y Jonathan, Manuel Pablo apenas pisó campo contrario jugando como lateral zurdo, y Juan Domínguez siguió sin encontrar su precisión en el toque. Lopo, que reaparecía tras lesión, perdía la marca de Álex Ortiz en el 1-0 en el ecuador del primer acto. No pintaba muy bien el plan B del Dépor, sin ideas con la pelota y sin intensidad para encontrar la segunda jugada.
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Porque ante la presión bien ejecutada del Mirandés la pelota larga se convirtió en algo más que un recurso y el equipo coruñés apenas lo aprovechó. Sólo entró en juego el Dépor con el marcador en contra y con Jonás Gutiérrez lejos de la banda derecha, como tercer centrocampista al lado de Juan y Mosquera. Pero aún así generar una ocasión era poco menos que pedir un favor a los dioses. Y cuando las encontró, le faltó la pizca de suerte necesaria de quien las rentabiliza sin merecerlo. Oriol Riera hizo un ejercicio de escapismo entre dos rivales tras recibir de espaldas, y su trallazo buscaba la escuadra pero lo rozaron los dedos de Raúl y luego el larguero.
Ya en el segundo tiempo, Jonathan disparaba con mucha fe pero poca precisón, pero el efecto y el bote despistaban a Raúl y su mal rechace encontraba el larguero. Fueron dos chispazos de un Dépor sin pulso ni tacto con la pelota, como demostró Jonathan con un horrible control que le impidió un remate franco antes del descanso. En medio del tedio y de la grisura, bajo el manto frío de lluvia y viento de Anduva, el cuadro blanquiazul pasó algún problema con la mayor intensidad del Mirandés, que en la primera parte desconectó al Dépor y además creó algún peligro. Manu tuvo que estirarse a un buen disparo de Álex García, y una falta lateral colgada por Galán casi desde el medio del campo se paseó con cierto peligro por el área coruñesa.
Ortiz aprovechaba el despiste de Lopo a los 25 minutos tras dos balones centrados sobre el punto de penalti, y con el marcador a favor, el Mirandés se vino arriba, acogotando a un Dépor sin salida. Cogió aire el equipo de Víctor con la aparición de Oriol, que empezó a ganar balones largos y se inventó la única ocasión de peligro en el primer acto. Para entonces, Jonás había empezado a maniobrar en el centro y el Dépor emepzaba a entenderse con la pelota. Por ese camino arrancó el segundo tiempo y el panorama se puso menos tenebroso.
Mosquera remataba la primera jugada del segundo acto y después Jonathan acariciaba su primer gol con el bote que casi traicionaba a Raúl. El partido pasó a estar controlado por los coruñeses, que aunque no crearon un torrente de ocasiones, empezaron a pisar con constancia el área del Mirandés. Jonathan, casi como extremo derecho, percutía una y otra vez pero le costaba finalizar. Estuvo muy cerca de batir a Raúl tras un gran autopase entre dos defensores, pero el gol quedaba reservado para Lopo. Cardoso (relevo en el ataque depor la izquierda) puso el córner desde la derecha y el catalán cabeceó a la escuadra para enmendar su despiste del primer acto.
Jonás casi rubrica su buena actuación con un disparo raso que alcanzó Raúl pegado al poste, y el Dépor presionó hasta el final para remontar en Anduva. Y el premio al empuje y a la reacción lo tuvo en sus botas Oriol Riera, que se interpuso en el chut de Cardoso y desvió la pelota al larguero, con Raúl batido. En un partido gris, lleno de suplentes, el Deportivo volvió a mostrar su capacidad de reacción y se trae para A Coruña un resultado que le permite ser optimista para avanzar en la Copa.
1 - CD Mirandés: Raúl; Galán (Kijera, min.46), Álex Ortiz, Javi Cantero; Moreno, Lázaro, Ion Vélez (Néstor Salinas, min.67), Provencio; Sangalli, Abdón Prats y Álex García (Lago Junior, min.53).
1 - Deportivo de La Coruña: Manu Fernández; Laure, Róber, Lopo, Manuel Pablo (Cardoso, min.69); Jonás, Mosquera (Bergantiños, min.57), Juan Domínguez, Luisinho; Jonathan (Fayçal, min.80), Oriol Riera.
Goles: 1-0, min.24: Álex Ortiz. 1-1, min.75: Lopo.
Árbitro: Prieto Iglesias (Colegio Navarro). Mostró tarjeta amarilla a los locales Galán, Sangalli y Moreno, y al visitante Mosquera.