El pasado lunes Riazor volvió a asistir a una nueva huelga del Deportivo en defensa. El equipo no estuvo al nivel frente a Las Palmas, dio muchas facilidades y los insulares las aprovecharon para marcar tres goles y llevarse los tres puntos. Y esto nos es nuevo, es un guion que ya nos conocemos. Los locales tuvieron ocasiones de sobra para ganar, pero no perdieron por su falta de acierto de cara a la portería contraria, sino por su fragilidad defensiva. Los dos primeros goles de los amarillos fueron el claro ejemplo de que el equipo tiene un agujero atrás. Los fallos individuales y grupales llevan condenando al Dépor desde hace muchos meses y hay un dato que asusta. Los de Víctor suman quince jornadas seguidas recibiendo al menos un gol en cada uno de esos partidos. Con este lastre ganar es muy complicado.
El Deportivo visitará el domingo el campo del Sevilla en plena Feria de Abril. Los andaluces son uno de los equipos más fuertes del campeonato en su casa y allí no perdonarán ni una. La defensa será la clave para poder sacar un buen resultado. Si el partido se vuelve un correcalles los nuestros tendrán pocas opciones.
A pesar de la derrota frente a Las Palmas la jornada no ha sido tan mala para el Dépor. Ninguno de los cinco equipos de abajo consiguió ganar y la distancia con el descenso sigue siendo de nueve puntos. Tan solo faltan dieciocho por jugarse y parece que la permanencia de los blanquiazules no corre peligro. Sobre todo por las malas sensaciones que emiten los principales candidatos al descenso. Un triunfo más daría la tranquilidad, aunque parece que los treintaisiete puntos que ya tiene el Deportivo pueden ser suficientes. Pero por si acaso y para la tranquilidad de todos, mejor sumar alguno más.