Las palabras de Mosquera sobre la falta de profesionalidad de algún compañero desnuda el conflicto que ha lastrado al vestuario en el final de Liga
12 may 2016 . Actualizado a las 21:29 h.Después de que Luisinho y Lopo se entrenasen ayer al margen por orden de Víctor y que Mosquera se refiriese a compañeros que no ha sido del todo profesionales, el conflicto en el vestuario amenaza con marcar la última jornada de Liga en el Dépor.
¿Por qué Lopo y Luisinho fueron apartados del grupo?
El club explica que los dos futbolistas, que se entrenaron junto al preparador físico del club José Ángel Franganillo, completaron trabajo específico por expreso deseo de Víctor. En esta recta final de Liga el portugués apenas ha podido trabajar con el grupo el pasado jueves y viernes, después de que el asunto trascendiese y el club ordenase readmitirlo. En el caso de Lopo, desde su entorno reconocen que faltó a los entrenamientos de los no convocados el sábado y domingo, pero matizan que no quiso faltar al respeto a sus compañeros y que viajó a ver a su hijo, porque tras quedar fuera de la convocatoria su estado de ánimo no era el mejor.
¿A quiénes apunta Mosquera con sus declaraciones?
El mediocentro del Deportivo dejó patente la grieta abierta en el vestuario, donde el enfrentamiento entre los defensores y los enfrentados con Víctor no ha parado de crecer. Tras el entrenamiento de ayer fue cuestionado por las razones de la paupérrima versión del equipo en esta segunda vuelta y contestó así: «Ha habido situaciones complicadas dentro del vestuario. Aquí estamos más de veinte jugadores que son profesionales, pero quizá alguno no lo ha sido de todo, bajo mi modo de ver. Yo siempre he intentado estar a disposición del entrenador y hay mucha gente, por ejemplo Álex Bergantiños, que cuando no ha jugado siempre ha puesto todo para estar. Eso son ejemplos que hay que coger y a partir de ahí que cada uno haga su autocrítica y que mire si ha estado al cien por cien durante la temporada o no».
¿Por qué se le ha ido a Víctor el vestuario de las manos?
El ambiente en el seno del equipo se ha vuelto irrespirable con el avance de la temporada, cuando el grupo de los descontentos con el trato del entrenador no ha parado de crecer. Llegó a A Coruña con fama de estratega. Era un fino analista que sabía cómo abordar con éxito al adversario, y pese a que había convencido en sus primeros planteamientos, Víctor ha fallado estrepitosamente en la gestión del grupo de futbolistas con que tuvo que trabajar. Enfrentado abiertamente con varios de estos jugadores, a los que apartó desde el principio de sus planes, tampoco supo ganarse la confianza de algunos de los habituales de las alineaciones.
¿Cuál ha sido el papel de los capitanes en este conflicto?
La fractura actual procede de la ausencia de un liderazgo claro en el vestuario deportivista. Ni el entrenador ha sabido labrarse una autoridad moral sobre los futbolistas, ni los propios jugadores han encontrado a nadie que marque la dirección a seguir. Manuel Pablo quedó desacreditado a principio de temporada, tras su papel en el incidente entre Luisinho y Arribas, mientras ninguno de los demás jugadores con que comparte brazalete dispone de la fuerza necesaria.
¿Cómo se soluciona esta situación para que no se traslade a la próxima temporada?
El club ha tratado de reconducir la situación Se ha esforzado por blindar los entrenamientos y alejar al equipo de sus aficionados, pero el problema no estaba ahí. En los últimos días, Tino Fernández ha anunciado que se hará un intenso análisis de la situación a partir del próximo sábado, cuando acabe la temporada, pero la primera medida parece clara: sería incomprensible que Víctor continuara.