Un niño de la guerra llamado Ola John

La Voz

TORRE DE MARATHÓN

Alejandro García

Criado en Holanda tras huir de Liberia, Ola John aterriza en Riazor para reencontrarse con su talento tras malas decisiones que estancaron su carrera

17 ene 2017 . Actualizado a las 13:36 h.

Como sus otros dos hermanos, Ola John nació en la ciudad de Zwedru (Liberia) en 1992, aunque muy pronto tuvo que huir de un país asolado por una cruenta guerra civil. A los dos años, en 1994, cinco después de que se iniciará la guerra en Liberia, Ola John fue trasladado a Holanda junto a sus hermanos, después de que su madre lograra escapar del país para refugiarse en Europa.

Ahí comienza la historia del último fichaje del Dépor, que este mismo miércoles ya ha firmado su contrato de cesión hasta el 30 de junio al equipo coruñés. En la apacible Holanda, Ola John y sus hermanos John y Paddy crecieron en paz, pudiendo desarrollar todo su talento futbolístico: «Mi madre estaba sola y cada vez que mis hermanos y yo la veíamos, nos prometimos que algún día trabajaríamos para agradecerle todo lo que hizo por nosotros», contaba Ola John en un reportaje para la BBC. Su padre acabaría falleciendo en la guerra civil liberiana.

El mayor de los tres hermanos, Collins John, fue el que antes se inició en el profesionalismo. Comenzó en las categorías inferiores del Twente y desarrolló su carrera en equipos como el Fulham, Leicester, Watford o Chicago Fire. Paddy John también hizo carrera, aunque a nivel más modesto, jugando en equipos como el Fortuna Sittard o el Heracles.

Siete años más joven que Collins John, Ola siguió los pasos de su hermanos. Escaló en las categorías inferiores del Twente, destacando siempre por su descaro, velocidad y verticalidad con el balón en los pies. Debutó muy joven en la Eredivisie, con apenas 18 años y de la mano de Co Adriaanse donde firmó una gran segunda vuelta en el curso 2010/2011. El año siguiente sería el de su consagración, firmando la mejor temporada de su carrera; treinta y tres partidos, ocho goles y quince asistencias, con solo 19 años.

Tal derroche de facultades sirvió para que el Benfica realizase un desembolso millonario cifrado en nueve millones de euros, blindándole con una cláusula de rescisión de 45. Ya en Portugal emergería el Ola John más irregular, el que realizó un primer año decente con los lusos, participando en más de una veintena de partidos, pero que se acabaría diluyendo en forma de cesiones infructuosas que lejos de revitalizar su carrera la acabaron estancando. Primero al Hamburgo, posteriormente al Reading y finalmente al Wolverhampton esta temporada, donde brilla el exherculino Helder Costa y en el que Ola John apenas intervino en tres partidos.

El Deportivo apunta a ser un punto de inflexión para el jugador. El de sacarse la espina de encontrarse consigo mismo y con su mejor fútbol, el de conseguir estabilidad y asentarse en una de las mejores ligas del mundo. Fútbol y talento sobran en sus botas, la actitud y el compromiso son algunas de los valores que marcarán su estadía en Riazor.