El filial deportivista pone fin a seis años en el infierno de Tercera tras derribar el muro defensivo del Cacereño (2-0)
28 may 2017 . Actualizado a las 18:22 h.El Fabril jugará la próxima temporada en Segunda División B. Superó al Cacereño (2-0) en el partido de vuelta de la fase de ascenso y pone de este modo fin a seis años de penitencia en Tercera División. El final fue además de película. El gol de la tranquilidad lo marcó el capitán Álvaro Queijeiro, en el minuto 91, con un hombro luxado hace menos de un mes, jugándose el tipo, ya que de recaer tendría que pasar por el quirófano y estar de baja cuatro meses. Por eso, cuando marcó, Riazor estalló de júbilo por el ascenso, pero también como reconocimiento al bravo futbolista coruñés.
El guion del partido fue el que se esperaba. Un Cacereño defensivo, directo y dispuesto a aprovechar cualquier jugada a balón parado; y un Fabril condenado a llevar el peso del partido. Los visitantes, veteranos y curtidos en mil batallas, se las sabían todas a la hora de cortar el ritmo del equipo que quería proponer. Tampoco ayudó la actuación arbitral, permisivo con la acumulación de faltas y condescendiente a la hora de sacar las segundas amarillas.
El encuentro comenzó con susto. El Cacereño marcó en el minuto 13 en un centro de Martins rematado por Copete en fuera de juego. El tanto anulado sirvió de aviso a un Fabril excesivamente precipitado en el pase. Tan solo Borja Galán era capaz de desequilibrar por banda derecha. El extremo madrileño provocó tres claras tarjetas amarillas a su marcador, Pablo Molina, en apenas 21 minutos. De las tres, el árbitro perdonó dos al lateral izquierdo del Cacereño.
El Fabril estaba incómodo, fuera de ritmo, y su única acción de verdadero peligro en la primera mitad fue en el minuto 43, en una galopada de Jardel que Pinchi no fue capaz de culminar en el segundo palo. También los visitantes avisaron en el epílogo del primer periodo, con una falta lateral en la que Álex Cobo salió en falso y Pino remató de cabeza fuera, con todo a su favor.
Sin embargo, todas las dudas locales quedaron despejadas en la segunda parte ya que el Fabril consiguió marcar en el primer minuto. Jardel dejó el balón a Borja Galán y el extremo marcó desde la frontal (min 46). Un tanto al que le pudo seguir el segundo, poco después, en una gran jugada entre Lucas y Pinchi que Jardel remató alto con todo a su favor. Con el 1-0, el filial jugó más cómodo, sin pasar apuros atrás y dándole más velocidad a la circulación de balón. En el 60, los coruñeses gozaron de otra gran ocasión con una incursión por banda derecha de Blas, que no fueron capaces de rematar ni Borja Domingo ni Pinchi.
Solo con el paso de los minutos volvieron las dudas al cuadro local. El marcador era corto y el Cacereño ascendía con solo marcar un gol. Fue el momento de Queijeiro, de jugar el cuarto de hora final para asegurar el triunfo. El coruñés vio desde el campo cómo Álex Cobo salvaba el empate en una incursión de Nando González, tras peinada de balón, que el portero fabrilista salvó de forma milagrosa. Había nervios, pero el capitán del Fabril los despejó todos con un remate con el alma, desde la frontal, que provocó el delirio en Riazor. El Fabril ya era de Segunda B. Y si alguien se lo merecía, ese era Queijeiro.
Ficha del partido
Fabril: Álex Cobo; Blas, Quique Fornos, Nacho Monsalve, Lucas; Carlos López, Edu Expósito; Borja Galán, Manu Molina (Queijeiro, min 75), Pinchi (Álex Corredera, min 90); y Jardel (Borja Domingo, min 58).
Cacereño: Camacho; Carlos, Asiel, Dani Fragoso, Pablo Molina (Santi Polo, min 48); Nando Copete, Pino (Nando González, min 74), Elías Molina, Aarón, Pucho; y Martins (Fran Minaya, min 49).
Goles: 1-0, min 46: Borja Galán; 2-0, min 91: Queijeiro.
Árbitro: Carlos Pérez Fernández (Castilla-León). Expulsó al jugador del Cacereño Nando Copete (min 92). Además, amonestó a los locales Lucas, Edu Expósito y Carlos López; y a los visitantes Pablo Molina, Carlos, Dani Fragoso y Aarón.
Incidencias: encuentro de vuelta de la eliminatoria de campeones de la fase de ascenso a Segunda B celebrado en el estadio de Riazor ante una gran entrada de público.