El portero nigeriano se estrena con éxito en Primera a los 18 años
16 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Mel fue injusto con Francis. «Casi no habla castellano», aseguró el técnico en su rueda de prensa postpartido. No es cierto. El nigeriano prefiere el inglés, pero no le hace ascos al español si las frases son cortas. En su debut a los 18 no necesitó de profundos discursos para entenderse con los compañeros y mantener a cero el marco. Es cierto que el adversario colaboró y solo tiró tres veces a puerta (en su media del curso), pero Francis se hizo notar más allá del adorno con el que respondió a la mejor ocasión del Eibar. Maneja bien sus 196 centímetros y su envergadura interminable que le dan mucha ventaja en la acción más repetida por parte del cuadro armero: balón colgado en diagonal al área. El fabrilista se impuso en todos, aunque muchas de esas pequeñas victorias llegaron por incomparecencia; no había un rival cerca. En el anterior parón de selecciones, cuando el salto al primer equipo se veía aún muy lejano, el meta concedía a La Voz una entrevista en la que hablaba, entre otras cosas, de lo engañoso de su físico. «Me ven alto y piensan que tengo que ir muy bien por arriba, pero aún debo mejorar en eso», reconocía. Por ahora, le ha sido suficiente en Ipurúa.
Es el cuarto portero que defiende a los coruñeses en ocho jornadas -antes ocuparon la plaza Rubén, Tyton y Pantilimon-. El sexto en diez, si se le suman los dos últimos encuentros de la pasada campaña -actuaron Lux y Roef-. Registro sin precedentes que responde a la falta de seguridad aportada por quienes se han colocado bajo palos. El Deportivo tiene un enorme vacío en su meta y Mel ha encontrado una solución a la altura del problema. Un futbolista con proyección, como destacó el propio técnico: «Está claro que el entrenador está para tomar decisiones y sería un mal profesional si no las tomase en base a lo que veo durante la semana. No me fijo si tiene 18 o 40 años. Con 18, casi no habla castellano, pero nos ha dado tranquilidad y confianza. Para qué íbamos a esperar más. Me alegro, principalmente, por el Dépor, porque Francis es un patrimonio de futuro».
En el futuro pensaba el propio nigeriano, que llegó al club coruñés en enero tras lucirse con la academia Aspire durante un torneo en Barcelona. «En dos años me veo peleando por un puesto en la portería del Deportivo. Quizá ahora aún no esté listo, pero así me veo en dos años», afirmaba el arquero en la entrevista de hace un par de meses. La ambición de Francis, que entonces ni siquiera había debutado con el Fabril, se ha quedado corta.