Las altas médicas de Adrián y Carles Gil aclaran el plan de ataque del Deportivo contra el Athletic
25 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Apenas 48 horas antes del Dépor-Athletic, y en medio de un intenso aguacero en Abegondo, salió el sol para Cristóbal. Adrián y Carles Gil, que llevaban varios entrenamientos al mismo ritmo que sus compañeros, obtuvieron por fin el alta médica, y el entrenador guardó en el cajón el puzle imposible que hasta ese momento parecía la plantilla, el equipo en ruinas que estaba obligado a recomponer de cara a su cuarto partido de Liga al frente del banquillo deportivista. Los regresos del centrocampista y el delantero no solo rearman el arsenal blanquiazul de cara a mañana (12.00 horas, beIN LaLiga) en Riazor, sino que su talento y capacidad para actuar en varias posiciones multiplican las posibilidades de que el técnico dibuje un bloque reconocible en pos de sumar catorce puntos en la clasificación.
Habrá que ver, no obstante, cuántas posibilidades reales disponen ambos para salir de inicio. Adrián no juega desde la media hora escasa que disputó hace justo un mes contra el Girona. Es cierto que dejó un par de acciones espectaculares que bien merecieron el empate, pero el Dépor perdió, Mel fue destituido y el delantero se lesionó en el hombro derecho. Vuelve justo cuando la lesión de Bakkali abre un hueco en la izquierda del ataque, una de las posiciones para las que el asturiano está más dotado. Aún así, su presencia en el once podría parecer precipitada, habida cuenta de que su último partido completo se remonta a septiembre. Quizá el horizonte más sensato reserve su desborde para la segunda parte, cuando el ritmo de un rival cansado por el desgaste europeo decaiga.
También se revela complicado que Carles Gil dé el salto directamente desde la enfermería al once, aunque ganas no faltan. «Estoy muy contento. Esto lo llevaba esperando mucho tiempo. Después de todo lo que he pasado, por fin voy viendo la luz al final del túnel y estoy muy feliz», declaró tras el entrenamiento de ayer un jugador al que este partido quizá le llegue demasiado pronto. El de Copa del miércoles en Las Palmas, en cambio, se revela ideal para que el valenciano, que aún no ha disputado un solo minuto de competición, comience a coger ritmo tras la operación a la que se había sometido en el pubis a principios del pasado septiembre. Gil confesó que se le vino el mundo encima cuando tras pasarse de baja buena parte de la pretemporada recayó de la lesión a finales de agosto y aseguró que este tipo de lesiones, además de la recuperación física, «tienen también una parte psicológica que hay que superar».
Así, más que soluciones inmediatas, las altas de estos jugadores insuflan calidad y aumentan la competencia en los entrenamientos, mientras abren la pizarra de Cristóbal a nuevas variantes a desarrollar cuando los partidos ya se han abierto. Con Bakkali de baja, Bruno Gama, al que Cristóbal ya había alineado en su estreno en el banquillo, en aquel partido de Copa que le sorprendió nada más ascender desde el Fabril, se postula como el favorito a sustituirle. Borja Valle es otra posibilidad natural en la banda, siempre que el entrenador catalán mantenga el sistema y no se incline por devolver a Valverde a la izquierda, solución que podría dar entrada en el once a Çolak, o incluso sitúe ahí el punto de partida de Andone.