Cuando un club como el Deportivo está en una situación clasificatoria como la que se encuentra actualmente, debemos pensar que falla más de una cosa. Es difícil centrarse en un solo aspecto. Pero si algo echo yo en falta, por encima de cualquier otra circunstancia, es algo más de competitividad.
Ojo, no confundir competitividad con actitud. Porque sí creo que se les está viendo buena actitud. Sin embargo falta esa competitividad que te permite ser un equipo sólido, capaz de mantener la puerta a cero. Porque en ataque genera mucho. Tiene futbolistas de mucha calidad. Pero en Primera División también se necesita mucha competitividad.
Y esta virtud que echo en falta no la dan la técnica ni la táctica. Nace de los jugadores y de la motivación que reciban. El dibujo ha cambiado muchas veces. Cristóbal lo ha intentado de mil formas. Pero esa fragilidad defensiva continúa. Por eso no es culpa de la colocación de las piezas.
Frente a conjuntos rocosos, difíciles de ganar, nos encontramos un Deportivo que peca de fragilidad. Que concede donde otros no.
No sé si eso se puede conseguir con un futbolista. A veces sí. Fichar un jugador que sepa mover el equipo, adelantar líneas, dar un paso atrás, ordenar... Pero un fichaje no siempre te lo garantiza.
Es difícil encontrar una solución porque son un cúmulo de circunstancias. Si tuviera la solución la daría y, probablemente, estuviera al frente de un gran club. Me falta eso, pero, sí que creo que sé dónde radica el problema.