Los ensayos de Seedorf, con un exhaustivo trabajo específico por grupos, dejan entrever otro cambio de sistema y hasta cinco novedades en el once para Girona
08 mar 2018 . Actualizado a las 16:36 h.Abegondo funciona más o menos así: Llegan los fotógrafos y cámaras, esperan hasta que el jefe de prensa lo ordena, y bajan unos minutos a inmortalizar una fracción menor de la sesión de trabajo diaria. El tiempo para tomar imágenes suele coincidir con la fase de calentamiento.
Con Seedorf, la rutina se alteró por lo imprevisible de los entrenamientos. Poco dado a madrugar, el técnico opta por ubicarlos a última hora de la mañana o primera de la tarde, siempre comunicando el horario con la mínima antelación, peculiar fórmula para mantener la tensión en el grupo y el entorno. Las ruedas de prensa van ahora primero y las fotos, más tarde. Ayer, después de casi dos horas de espera para hacer coincidir a Andone, portavoz del día, sobre el césped. O eso parecía. En cuanto el míster vio asomar los objetivos ordenó detener el ejercicio, que los futbolistas abandonaran sus marcas, y echó una carrera hasta la banda para suspender el trabajo de los gráficos. No le convenía que las cámaras captasen lo que se estaba desarrollando a vista de todos: evoluciones del probable frente de ataque y sus escoltas para el duelo de Girona.
Con Mosquera y Muntari a la espalda, Lucas, Adrián y Bakkali formaban la segunda línea ofensiva. Andone quedaba en punta. Otra sacudida al dibujo, de vuelta al 4-2-3-1, pese a las buenas sensaciones que el ariete rumano había percibido frente al Eibar. «El sistema y lo trabajado dio sus frutos. En el vestuario al final del partido hablamos de que nos sentíamos muy superiores hasta la expulsión. Decíamos ‘‘joder, es que jugamos muy bien’’. A lo mejor es el sistema que necesitamos y a lo mejor con él salimos adelante ¿Por qué no? Luego decidirá el míster». Luego el míster decidió darle otra vuelta. A la disposición y a los dispuestos.
No solo se pierde el rombo y se caen Borges y Çolak. También faltarán el viernes, según lo practicado, Bóveda y Albentosa (a los que se unirá Koval, sancionado). Ocuparán sus plazas Juanfran y Schär, el único futbolista presente en cada minuto de las escasas victorias del Deportivo esta campaña. Las de Liga y las de Copa. No está la situación como para prescindir de un amuleto.
El central y el lateral se sumaron a Navarro y Sidnei en el primero de los cuatro turnos bajo una lluvia intermitente que arreció especialmente fuerte cuando le tocó salir al campo a las dos tandas de suplentes. La presumible zaga titular trabajó la coordinación en la salida del cuero, siempre por banda. Después, el despliegue tras balón rechazado en el área. Todo controlado al detalle por el equipo técnico más amplio que ha pisado al mismo tiempo la ciudad deportiva. Seis ayudantes acompañaban a Seedorf ?en cuatro dejó el récord Paciencia?. «Lo diferente, claramente, es que estamos trabajando mucho mejor tácticamente», resumió en sala de prensa Andone. «El míster es un profesional que ha ganado todo lo que ha ganado ?elogió el rumano? y respetamos al cien por cien lo que decide: los grupos que entrenan, cuándo entrenan, cómo entrenan, hoteles, viajes... Todo. Él manda». La cámara obedece.