Seedorf: «Con pesimismo no vamos a rendir»

Paulo Alonso / P.Barreiros

TORRE DE MARATHÓN

Lois Balado / Álex López-Benito

Niega que juegue directo, pero «si el rival deja espacios y tú con un pase o dos haces gol, perfecto»

13 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En las entrañas de la ciudad deportiva de Abegondo, el equipo de Clarence Seedorf (Paramaribo, Surinam, 1976) trabaja en una pequeña mesa con sus dispositivos electrónicos y sus libretas. Allí recibe a La Voz, antes de pasar a una pequeña sala, junto al gimnasio, donde encaja las críticas con el mismo temple con el que vende su mensaje de esperanza. Así lleva cinco semanas como entrenador del Deportivo. Hábil en la distancia corta, rompe el hielo y habla de un antiguo compañero en la selección holandesa, Fernando Ricksen, enfermo de ELA. Un ejemplo de vida. «Él podía aceptar su situación llorando todos los días o como lo ha hecho, creando su fundación. Ha vivido de la mejor forma con lo que tenía».

-¿Cómo está?

-Yo estoy bien, porque el trabajo me gusta, el equipo, el club y la ciudad me gustan. Lo único que falta son los resultados.

-Pero son ya seis partidos. ¿Cómo convence a los escépticos de que los resultados llegarán?

-Yo no tengo que convencer a nadie. Solo que el trabajo siempre resulta. Soy muy objetivo, realista. Contra el Espanyol y el Eibar creamos muchas ocasiones, como para tener cuatro puntos más. Sería justo. Pero al no haber resultados todos buscan el porqué, aunque no siempre hay un porqué claro.

-Pide ser objetivo. Tiran muy poco a puerta. Tiene un equipo multidisciplinar, ¿en qué datos se basa su esperanza?

-Para ser competitivo necesitas solidez defensiva para atacar mejor. Los datos dicen que en los 20 primeros partidos, el equipo solo consiguió tres veces que el rival no crease un determinado porcentaje de ocasiones de gol. Nosotros en seis partidos lo hicimos ya tres veces.

-¿A qué porcentaje se refiere?

-No lo tengo en la cabeza. Pero la solidez defensiva del equipo es una cosa evidente y no como he oído porque a veces se juega directo.

-¿Se reconoce en ese estilo de buscar envíos largos o diagonales a los de arriba?

-No es lo que pedimos. En Gerona hubo fallos, algunos técnicos. Pero contra el Betis las mejores ocasiones las creamos con jugadas desde atrás. El primer tiempo contra el Alavés fue el mejor en cuanto a construcción desde atrás. Pero son fases. Si el adversario deja espacios y tú con un pase o dos haces gol, perfecto. Soy muy claro en ese sentido.

-Su optimismo no conecta con la gente, después de seis partidos sin ganar. ¿No cree que debería moderar ese discurso?

-¿Por qué motivo? ¿Porque el mundo está así?

-Por la clasificación.

-El mundo es así, pero yo no voy a cambiar. Si vuestro jefe os machaca, ¿vais a estar mejor o peor? ¿O con uno que te dice que eres mejor? ¿Cómo se sentiría mejor?

-Pero parece que niega la evidencia del equipo.

-Yo no tengo por qué hablar fuera lo que hablo con la plantilla, yo soy un profesional.

-¿Tiene un discurso diferente dentro del vestuario?

-Es el discurso de alguien que conoce la gestión de personas. Si hay presión, yo debo evitarla para que se expriman mejor sus talentos. El talento, la creatividad, tiene que fluir. E hicimos buenos partidos. Es cierto, los resultados no han llegado.

-Permítame volver al tema del discurso. Paco Jémez perdió ante el Villarreal y ofreció un discurso radicalmente distinto, muy enfadado, asumiendo todos los errores y la culpa.

-No quiero hablar de Las Palmas, eso lo primero, es su grupo y su responsabilidad y lo respeto mucho como entrenador porque ha demostrado muchas cosas. Pero yo tengo que centrarme en lo que necesita cada uno de los míos y hay que saber motivar. En el ser humano, no solo en deporte, el pesimismo es lo normal, la negatividad, el egoísmo, ver solo el resultado. Y este pensamiento de no ver los procesos y no atender a valores... La crisis financiera mundial viene de fijarse solo en resultados y perder de vista los valores. El crecimiento rápido o el resultado rápido pueden ser un día bueno y diez malos.

-Si el equipo descendiese, ¿está involucrado como para seguir?

-No pienso en eso, en que este equipo descienda. La base que se ha construido, con menos resultados de lo que merecimos y necesitábamos, el equipo demuestra estar muy vivo. Pero nos falta hacer gol.

«Muchos vieron al mejor Dépor del año contra el Espanyol»

Seedorf insiste en el desánimo heredado de las últimas campañas. «Mi responsabilidad es de un mes, no de tres o cinco años. La gente está agobiada de tantos años de dificultades. Si quieren, van con mi energía, que es la que necesitamos para salir. Con pesimismo no vamos a rendir».

-Habla de otros años. Pero nunca estuvo el equipo peor que ahora, a cinco puntos de la permanencia.

-Sí, pero la gente no está así por ahora.

-¿Alguna vez pensó en arrojar la toalla?

-¿Por qué motivo?

-Por falta de resultados.

-La respuesta es no. Porque resultados hay, y son visibles, aunque no en puntos. Hay que ver los hechos con objetividad. Muchos vieron el mejor Dépor del año contra el Espanyol, muchos vieron jugadores que llevaban mucho tiempo sin jugar tan bien. Lo malo ya lo analizo yo con los jugadores. Es pedagogía básica. Para crecer uno tiene que saber lo que hace bien y repetirlo.

-Ha cambiado muchas rutinas. Nadie sabe las horas de entrenamiento hasta la víspera.

-No, ahora hemos cambiado. Al principio quería poner el foco. Cuando uno sabe mucho por adelantado programa otras cosas y yo creo que solo había que pensar en el grupo, que ha crecido mucho. Para mí no era un grupo como yo lo defino, aunque todavía no estamos donde yo creo. ¿El horario de tarde? Es normal, sinceramente.

-Quiso designar al capitán en el campo, pero luego no hubo conversación previa con Adrián.

-No la quería hacer ni poner más peso de lo que ya significaba para él. La tuve luego.

-¿Y por qué Adrián?

-Tenía el perfil que este grupo necesita. Lo veo muy equilibrado, fuerte, era titular... Porque los capitanes no eran titulares en aquel momento, que eran Pedro y Borges.

-Pero no es un líder.

-Depende de qué líder busques. No habla con voz fuerte, pero dice lo que piensa, corrige a su manera, tiene fuerza interior, se entrena al 100 % todos los días. El grupo lo ha aceptado.