Reconoce que la liga fue un fracaso, pero reclama positividad en el cierre en casa ante el Villarreal
12 may 2018 . Actualizado a las 16:34 h.Seedorf no quiere ver caras largas en Riazor. «Si uno no está feliz y no tiene capacidad de venir al estadio de una manera más neutra, que espere un poco para volver», reclamó sin perder la sonrisa. Él ha sido capaz de ver en el descenso «un momento para crear futuro» y considera que «mirar hacia atrás es inútil». En su rueda de prensa reconoció que el desenlace del curso «fue un fracaso», pero sostuvo que «es inútil seguir en eso emocionalmente». No espera «una fiesta» en la grada, pero tampoco entendería que la afición aprovechara el último partido del Deportivo como local, ante el Villarreal, para reflejar su enfado con el equipo y el club. «Un ambiente negativo no va a ayudar a nadie», afirmó. «Mi filosofía de vida no es esa», insistió antes de apuntar al sector más importante para el porvenir blanquiazul: «Los niños merecen esto. El estadio es un momento de celebración. El que quiera hacer cosas negativas, que las haga, pero yo no voy a participar en eso. La vida no es así».
Y a ese mensaje se ciñó durante buena parte de su comparecencia. La que no dedicó a hablar de un adversario al que elogió ni de unos futbolistas, los suyos, a quienes volvió a ensalzar: «Se están entrenando con gran profesionalidad».
Estuvo especialmente efusivo al hablar de Celso Borges, sorprendentemente premiado con una exclusión de la convocatoria: «Se ha ganado el respeto de todos y ha hecho su trabajo. No veo motivo para arriesgarlo en un partido sin objetivos. A él le deseo lo mejor, ha sido un gran profesional durante todo este tiempo, y es justo que se pueda preparar para el Mundial. Es uno que ha dado siempre todo. A nivel emocional, a nivel físico. Creo que es justo dar espacio a otros y respetar un momento tan importante en su carrera». El sitio del tico lo ocupará Fede Valverde, que disfrutará, a juicio de su entrenador, de «una oportunidad para crecer».
No entraron en la lista ni los lesionados Bóveda, Sidnei, Cartabia, Carles Gil y Andone, ni el sancionado Schär. Una larga lista de bajas que le ha abierto un hueco al juvenil Mujaid. «Quería premiarlo entrenando con nosotros hasta final de temporada y las molestias de otros jugadores le han permitido entrar», detalló el técnico holandés. Podrá así disfrutar desde el banquillo de la despedida de curso en Riazor. Una campaña aciaga que Seedorf quiere cerrar sin rencor.