El partido se acabó en el minuto 1, así que me pareció corto, porque solo duró hasta el primer gol del Villarreal. El tanto puso de manifiesto los mismos errores de principio de temporada, cuando el Deportivo permitía a los rivales acercarse con comodidad a su portería. Siempre fue un equipo inferior a su rival y eso quedó patente en el segundo y el tercer goles, que llegaron en momentos clave, y lo cierto es que el Deportivo estuvo mal en todos. En la segunda parte, con el partido entregado por parte local, la entrada de Bakkali dio más verticalidad y eso, unido a la pasividad del Villarreal (sobre todo en el remate) y la frialdad del choque, estuvo a punto de costar caro a los visitantes. Una acción a balón parado y una buena jugada por parte del Dépor les apretó el resultado y solo el último gol mostró de nuevo la superioridad del cuadro amarillo.
En cuanto a ausencias y presencias, destacaría que hubo dos futbolistas que dieron la cara hasta el último minuto del último partido, y me parece justo destacarlos. Fueron Adrián y Lucas. Siempre corren y siempre trabajan. Para empezar, no se borraron en un compromiso muy tentador para hacerlo. Partidos como el de ayer son en los que algunos futbolistas de su mismo perfil no quieran estar. Ya simplemente el hecho de que salgan al campo demuestra cierta implicación por su parte, y eso me parece rescatable con relación a otros jugadores.
Y, a mayores, hubo una buena noticia que no puede sorprender a los que conocen la base: el debut de Mujaid, ya toda una realidad en el Deportivo. Al margen de ambos, solo se puede hablar de Borja Valle, una valiosa pieza siempre que tenga disponibilidad de seguir en Segunda. Al final, queda la duda de las razones en que se basan algunas decisiones y por qué hasta ahora no había tenido más protagonismo.