La lesión del viernes de Cartabia, que sufre un esguince de tobillo que lo tendrá de baja una o dos semanas, podría agilizar la llegada de un nuevo futbolista de ataque, independientemente de la salida de Borja
20 ago 2018 . Actualizado a las 19:34 h.Con la llegada de Didier Moreno y Vicente Gómez, y el inicio de la competición, Natxo González va teniendo claro cuál será el plantel del que dispondrá esta temporada. Sin embargo, todavía quedan, como mínimo, dos jugadores por llegar. Se trata de un delantero y un central, este último, siempre y cuando se confirme, como todo hace indicar, que Raúl Albentosa abandonará A Coruña antes del 1 de septiembre.
En lo que están de acuerdo el entrenador y Carmelo del Pozo es en la contratación de un nuevo delantero. Actualmente, González cuenta con dos natos como Quique González y Christian Santos, que está lesionado; un chico para todo, que es Borja Valle; y un extremo como Fede Cartabia, al que trata de adaptar a posiciones más avanzadas y centradas. Con estos mimbres y su deseo de actuar siempre con dos referentes arriba, encuentra el equipo un poco cojo en esa demarcación, por lo que entiende de la necesidad de otro jugador más.
Lenguaje gesticular de Natxo
El pasado jueves, antes de viajar a Albacete, Natxo González fue cuestionado en la sala de prensa sobre esta posibilidad. El silencio y la cara del técnico decían más que sus palabras. La lesión que arrastra desde hace semanas Christian Santos le genera inquietud por cuándo y cómo regresará por lo que quiere otro atacante más
Y a este temor se unió el pasado viernes en el Carlos Belmonte el contratiempo sufrido por Fede Cartabia, que regresó de Albacete con muletas. Las pruebas médicas realizadas ayer en A Coruña al jugador han determinado que sufre «un esguince del ligamento lateral externo de su tobillo izquierdo grado 1-2».
Según el club, «el atacante deportivista permanecerá en reposo relativo y realizando tratamiento fisioterápico y posterior readaptación, hasta que su evolución le permita reincorporarse a las actividades del grupo». Esto significa que causará baja durante una o dos semanas, con lo que, en el hipotético caso de que Borja Valle quiera irse esta semana, el técnico blanquiazul se encontraría solo con Quique González arriba y un Pedro que tendría que adelantar su posición.
Por este motivo, la llegada de un delantero más sería independiente de lo que suceda con el berciano, con el que el club todavía no sabe si seguirá como blanquiazul. Y es que Borja sigue con dudas. El buen final de temporada realizado el año pasado le hace mantener esperanzas de poder seguir en Primera División. Ni la relación que mantiene desde hace años con Carmelo del Pozo parece ser suficiente para convencerlo de seguir. Sin embargo, todavía no ha firmado nada, ni manifestado al club su intención de seguir. En caso de irse, el club cubriría su ausencia con otro atacante más, de modo que llegarían dos.
El que sí que, salvo sorpresa, se irá es Albentosa, por lo que el Deportivo mantiene contactos para cubrir su plaza. La intención de la dirección deportiva, como ha sucedido hasta ahora es que, en el momento en el que se firme la marcha del central, llegue un hombre para ocupar su demarcación.
El futuro de Krohn
Otro futbolista cuyo futuro no está totalmente confirmado es Michael Krohn-Dehli. Sin embargo, este es un caso totalmente diferente al de Borja Valle y Raúl Albentosa y, de hecho, parece estar cerca de asegurar su continuidad en el Deportivo. Aunque el hándicap familiar sigue estando ahí, pues su esposa e hijos residen en Holanda, el futbolista se ha mostrado esta pretemporada muy adaptado en la ciudad y cómodo en el vestuario.
A día de hoy sigue sin estar descartado que pueda abandonar el Dépor si antes del 1 de septiembre le llega una propuesta interesante del fútbol neerlandés. Pero poco a poco, el centrocampista danés va asumiendo la posibilidad de seguir. Le atrae la idea de ser protagonista en un Dépor que busca el ascenso a Primera División y entiende que en el sistema de juego de este año tendrá mucho protagonismo.