«Intentaremos, aún siendo equipos en universos diferentes, reducir al mínimo la distancia», advierte el técnico del Granada
20 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Hay pocos signos de arrepentimiento más fuertes que la llamada de un entrenador (o un jugador) media hora después de una entrevista. Anticipo de recortes en lo dicho. Hasta que llama Diego Martínez Penas (Vigo, 1980) y establece una primera vez: «Perdona, he estado pensando, y cuando me preguntaste por Carlos Fernández esperaba que después lo hicieras por Quique González. También lo entrené [el curso pasado, en el Osasuna] y querría comentar que me parece un gran fichaje, uno de los mejores delanteros de la categoría; con buen golpeo de balón, inteligente, versátil, y una espectacular mentalidad de trabajo». Colofón a la charla con el técnico del próximo rival del Dépor, un equipo al que admira en una tierra que extraña.
-Llegan lanzados a Riazor. Equipo revelación del arranque liguero.
-En esta categoría ganar es muy difícil y hacerlo en tres partidos consecutivos lo es aún más. Ahora se trata de llenar el zurrón para cuando vengan fases de la temporada en la que no sea así. Este año para el Granada es muy diferente al anterior. El club ha tenido que hacer un esfuerzo grande para ajustarse muchísimo económicamente. Sabíamos que íbamos a tener que tomar decisiones deportivas condicionadas por lo económico y que nuestra manera de ir al mercado iba a ser diferente. Hemos tenido que ser inteligentes y buscar jugadores que tuviesen ganas de reivindicarse respecto a su temporada anterior porque era a los que íbamos a poder acceder. Hemos configurado una buena plantilla, un buen grupo humano, y tenemos las ideas muy claras. Somos uno más dentro de la categoría y soñamos con ganar cada partido desde la humildad y el trabajo.
-¿Una racha de cinco partidos da para pensar a lo grande?
-No hablamos de objetivos a medio o largo plazo, sería una temeridad. Sabemos lo que hemos pasado este verano, que confiamos en nuestro equipo, y que el objetivo es ganar el siguiente partido. A partir de ahí, cada partido nos llevará a donde nos merezcamos a final de temporada.
-Los ajustes económicos están alterando muchas planificaciones.
-Lo hemos vivido en nuestras carnes no pudiendo inscribir un jugador en el partido contra el Lugo. El club ha tenido que hacer encaje de bolillos y sabemos de primera mano lo difícil que es. Si a eso se le añade el nivel de competitividad de la categoría, hace que la diferencia entre ganar o perder se deba a detalles, y ahí cualquier problema pesa.
-Tiene 37 años y dos de experiencia en Segunda ¿Qué opina de la categoría?
-Es una de las ligas más competitivas de Europa. Ha crecido mucho y es muy interesante para el espectador. Es una competición muy larga y eso hace que los cambios de rendimiento sean mucho mayores de lo habitual; ahí crece la importancia del fondo de armario de cada equipo, y algunos como el Deportivo, que tiene una plantilla muy buena en cantidad y calidad, parten con una ventaja importante. Luego quienes además tienen que jugar play off, dos partidos por semana, en junio, después de haber jugado ya 42... Esa es la mayor pega y lo veo susceptible de mejora.
-¿Cuál es su discurso como técnico? ¿Qué modelo defiende?
-Yo defiendo lo que me den los jugadores, sus características. Creo que el entrenador debe adaptarse a lo más importante del juego: a quienes lo practican. Qué fortalezas podemos llegar a tener y de qué manera se puede sacar el mayor rendimiento. Creo en los equipos, y en los equipos se necesita el talento de jugadores como Montoro, Puertas, Vadillo, Vico, Pozo... O antes los Laso, Fran Mérida, Carlos Fernández... Pero solo con talento no se ganan partidos, se necesita organización. Me gusta el equilibrio; ahora tenemos números buenos en defensa y muy buenos en ataque. Intentamos jugar hacia adelante, pisar el área rival con frecuencia, con dinamismo, creatividad, velocidad... Y sin balón, ser organizados y capaces de presionar bien. Eso estamos buscando, luego el fútbol te pone ante escenarios muy diferentes.
-Menciona a varios jugadores que parecen estar recuperando el nivel que se les intuía, ¿qué tecla cree haber tocado?
-Nuestra virtud es el colectivo. Nuestros jugadores están mentalizados de que si el equipo funciona, su talento brilla. Se trata de futbolistas que tienen mucha libertad en el campo y que están con ganas de reivindicarse con nosotros, y esa mentalidad aumenta el compromiso. Las valoraciones externas suelen ir más al resultado que al rendimiento. Cada jugador puede sumar en distintas facetas y yo tengo que ayudarles a que den un salto; que el bueno se convierta en muy bueno y que el muy bueno marque diferencias. Intento adaptarme al perfil de cada jugador, darle aquello que necesita en su manera de sentir, jugar, pensar... Personalizar su preparación en todas las facetas.
-¿Qué le parece el Dépor?
-Es un equipo muy bien diseñado, muy completo, con las ideas claras y un buen entrenador, con todos los ingredientes para ser de Primera. Potentísimo a todo nivel. Nosotros intentaremos, aún siendo dos equipos en universos diferentes, reducir al mínimo las distancias durante 90 minutos. He visto todos sus partidos, y en directo en Almendralejo. El entrenador maneja muchos recursos y una idea de juego que ya en Zaragoza le trajo buenos resultados. Defiende y ataca bien y tiene una identidad bien definida. Cuenta con jugadores complementarios que pueden añadir distintos matices a una misma idea y buscarte las cosquillas de manera muy diferente.
«La tolerancia a los momentos de dificultad del equipo es una de las claves del éxito en Segunda»
La carrera de Diego Martínez dio un salto cuando Monchi lo reclutó para el Sevilla, donde coincidió con un futbolista que hoy milita en el Deportivo.
-¿Qué tiene Carlos Fernández?
-Es un jugador de Primera División si tiene continuidad y le respetan las lesiones. Tiene gol, juego, es competitivo, con mentalidad ganadora... Pese a su envergadura se maneja muy bien técnicamente y además es muy buen tipo. Lo conozco desde que era cadete y creo que si encuentra continuidad va a ser importante en el fútbol español.
-Vendrán a jugar sin respaldo de su afición a un Riazor en obras.
-Jugar en Riazor siempre es especial. Es un campo que ha vivido grandes momentos, de esos estadios motivantes para cualquiera. Es igual que esté en obras o que pueda haber más o menos gente en la grada, es mítico.
-El Dépor viene de su primera derrota y la exigencia es enorme.
-Yo al Dépor lo veo muy bien. En esta categoría vas a tener momentos muy distintos porque hay escenarios tan distintos como Riazor, Alcorcón o Almendralejo. Es una de las grandes dificultades, pero como ya he dicho, es uno de los grandes favoritos al ascenso. En una temporada habrá de todo, como ya se vio con el Huesca o el Rayo, y la tolerancia a los momentos de dificultad es una clave del éxito en Segunda.
-¿Entrenar en Galicia entra en sus planes?
-Me fui con 18 años y llevo 19 fuera. Le estoy muy agradecido a Andalucía, donde he vivido momentos magníficos, pero siempre miro con cariño a Galicia. Sigo los equipos gallegos y mantengo la ilusión de volver a estar con mis amigos, con mi gente, de volver a esa terra meiga.