Una jugada para seguir avanzando

Pedro José Barreiros Pereira
pedro barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

El tanto del empate en Tarragona, con nueve pases de portería a portería sin que el Nàstic tocase el balón, habla del crecimiento de este nuevo Deportivo

02 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay jugadas que definen un estilo. Son comunes en las redes sociales los vídeos de aquellas que retratan la salida de balón del City de Guardiola. Limpia y espectacular. Sin llegar a ese extremo, pero como seña de identidad y ejemplo del avance moderado y constante que el Deportivo está experimentando, el gol de Quique para el momentáneo empate del domingo en Tarragona, bien puede definir aquello en lo que Natxo González y sus futbolistas siguen trabajando y puliendo: un estilo capaz de llevarlos de vuelta a Primera. Solo de la mano del éxito final, todavía lejanísimo cuando apenas se han disputado siete jornadas, esta jugada pasaría a la videoteca de la temporada como la que anunciaba el fútbol que devolvió la alegría a Riazor.

El lance se compuso de nueve pases antes del disparo de Carles Gil, que desencadena el rechace del meta local Becerra y el remate final a la red del pichichi deportivista. Fueron nueve combinaciones de portería a portería, casi todas verticales y sin apenas masticar la jugada, gracias al repliegue del Nàstic, que esperó atrincherado el avance del Dépor. El equipo catalán ni olió el balón. Y eso que la triangulación entre Quique, Carlos Fernández y Carles Gil, previa al disparo, tuvo lugar en la frontal del área, pero ningún defensa cortó la jugada, que parece de pizarra por lo perfecta que salió.

Dos toques de Quique

Como marcan los cánones, todo comenzó en el portero Dani Giménez, con un pase a Pablo Marí. Todavía en campo propio, el central se convirtió en el único, al margen del goleador Quique, que tocó el balón en más de una ocasión en la jugada. Abrió la acción hacia Mosquera y, después de que este combinase con Vicente Gómez, de nuevo recibió para habilitar esta vez a Didier Moreno, quien ya en círculo central impulsó por medio de Duarte la jugada al terreno rival. El portugués, libre de vigilancia, llevó el balón a las inmediaciones del área del Nàstic, donde la rápida triangulación entre Quique, Carlos Fernández y Carles Gil dio a la jugada el hecho diferencial que precisaba. Gil chutó, pero sus otros dos compañeros ya se encontraban en busca del rechace, que cayó a los pies de Quique para cruzar a placer. El pichichi devolvió así la igualdad al marcador y resituaba a su equipo ante un segundo tiempo en el que consumó la remontada.

Al Deportivo se le ve cada vez más cómodo en el sistema de juego y la filosofía implantados por Natxo González. Todo comienza a encajar en un camino refrendado por los puntos, pese a las dificultades encontradas. El Deportivo saltó al campo con apenas dos jugadores de la temporada pasada. Es decir, nueve de los que remontaron el partido (el primer cambio fue en el minuto 75, ya con 1-2 en el marcador) juegan juntos desde el pasado verano en un nuevo club y bajo las órdenes de un entrenador también recién llegado al club.

A las novedades en torno al balón, se les unió la dificultad de abrir la Liga a domicilio. El del domingo se convirtió en el quinto de los siete disputados que jugó como visitante y el que finalmente le valió para alcanzar la zona de ascenso directo. Un salto al más puro estilo Natxo.