Los dos centrales y Caballo dieron más pases que todo el resto de los titulares del domingo en una nueva muestra del interés del equipo de Natxo González por salir con el balón jugado desde atrás
19 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.A casi un pase por minuto (88 en 90), el rendimiento de Pablo Marí contra el Zaragoza trascendió el espléndido estado de forma del central, otro de los ilustres desconocidos convertidos en aciertos redondos de Carmelo del Pozo durante el mercado de verano. El afán del central valenciano por cerrar todos los caminos al rival y no permitir ni una a Marc Gual, el delantero visitante que más cayó por su zona, se vio acompañado por el interés que demostró por participar en el juego del Deportivo. Su hambre competitiva contagió a todo el equipo, empezando por la defensa, donde entre él, Duarte (77 pases) y Caballo (72) tocaron más la pelota que los otros ocho compañeros con que formaron la alineación.
Las cifras de estos tres jugadores se revelan tan extraordinarias, que el jugador que más ha tocado el balón en la Liga, el centrocampista del Las Palmas Momo, llegó a los 61 pases durante su único partido de esta temporada en la primera jornada. Como el fútbol del Dépor comienza desde atrás, ninguno de sus jugadores puede sentirse ajeno a él.
Así, el número de pases de los defensas del equipo coruñés se torna más propio de mediocampistas. De los 88 con que Marí acabó, 71 fueron cortos y 17 largos con un acierto del 82,8 %, en unos números similares a Duarte (77, con 60 cortos y 17 largos, y un 82,9 %). Caballo, quien volvía a la alineación y tuvo que superar molestias físicas que le impidieron entrenar con normalidad a lo largo de la semana, llegó a los 72, con 63 cortos y 9 largos, y un 85,9 % de éxito en sus envíos, el más alto de los blanquiazules.
El buen partido de estos tres jugadores tan aplicados en el trabajo combinativo de su equipo no se agotó con el balón en los pies. Junto a Bóveda (55 pases, 50 en corto y 5 en largo, el cuarto con más de su equipo), quizá en el partido más redondo del vasco, el rendimiento de la línea defensiva volvió a rayar a gran altura. El gol del Zaragoza llegó de penalti por mano, cuando lo cierto es que Dani Giménez apenas tuvo trabajo el resto del choque. Caballo se destacó como el que más balones recuperó (8) y Duarte fue el que más despejó (6) y el que completó con éxito los tres duelos aéreos que intentó. En cuanto a los centros de los laterales, Caballo hizo cuatro y Bóveda, dos, mientras ninguno de los dos centrales cometió falta alguna en esta radiografía a la defensa total del Dépor.