El conjunto coruñés vivió en los vestuarios del estadio mallorquín su gran fiesta previa al último ascenso
12 ene 2019 . Actualizado a las 17:45 h.Pinchaba Manuel Pablo y Laure hacía de gogó. Fue un día feliz aquel en Son Moix. El Deportivo acababa de ganar 0-3, aumentando a nueve los puntos de margen sobre el tercer clasificado; una posición que compartían Tenerife, Las Palmas y Barcelona B. A siete jornadas para el final de la liga en Segunda, la renta parecía más que suficiente para dejar atado un objetivo comprometido por la grave crisis del club. No faltó casi nadie en la fiesta que montaron los laterales en el vestuario del estadio balear. Solo Marchena y Manuel Pombo se ausentaron para que el central, suplente en aquel encuentro, trotara sobre el césped, desde donde se escuchaba la algarabía propia de la liberación.
Fruto del contundente triunfo sobre otro recién descendido: el Mallorca de Asensio, que era también el de Geijo, a quien Fernando Vázquez había intentado vestir de blanquiazul. «Le prometí casi la titularidad y le dije que sería la estrella de mi equipo», reconoció el míster, concluido el encuentro sin que el delantero lograra anotar. Lo hicieron para los visitantes Sissoko (de penalti), Luisinho y Borja Bastón.
Nadie queda en el plantel actual de entre quienes participaron en la fiesta, retomada en el avión de vuelta a Alvedro. Bergantiños fue clave en el Dépor de la campaña 2013-2014, pero se quedó en A Coruña lesionado. Hoy aspira a ser titular frente a los bermellones cinco años después. Si no es él, será por fin Mosquera, que encadena tres encuentros sin participar. A la derecha del rombo, Edu Expósito; y en la izquierda, Vicente podría regresar también al once. La cuarta plaza del rombo parece más definida: sin Carles y con Fede bajo protección continua, será Carlos Fernández quien haga de enganche retrasando su posición.
Natxo ha ensayado varias veces esta semana con un frente de ataque de tres delanteros (Quique y Borja acompañarían al andaluz) para acabar con la sequía anotadora y volver a vencer a domicilio seis partidos y tres meses y medio después de la última vez.
Espera en la isla un adversario sumido en las dudas de su clara derrota en Almería pero que está protagonizando una fenomenal campaña, convertido en conjunto revelación tras su reciente retorno desde Segunda B. Lo dirige Vicente Moreno, quien ayer sumó su voz a las muchas que han adulado al Deportivo este curso. «No está de primer clasificado pero seguramente es el mejor equipo de la categoría con diferencia», manifestó en la rueda de prensa previa al duelo, advirtiendo que «es un rival de entidad importante».
Recién llegado de la máxima categoría; alcanzada poco después de que Manuel Pablo y Laure instalaran su discoteca portátil en el vestuario de Son Moix.
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