Martí exhibe su propuesta en Riazor en el momento más delicado de la temporada para el Deportivo
21 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Antes de Manuel Mosquera fue José Luis Martí. El entrenador del Deportivo figuraba en puestos de privilegio en las preferencias de la directiva del Extremadura cuando salió al mercado a buscar un reemplazo para Rodri, destituido en la jornada 27. Los de Almendralejo, que entonces se movían a cuatro puntos de la zona de permanencia, acabaron encomendando la salvación a un coruñés que ya fue héroe azulgrana como futbolista, tras no lograr seducir al técnico balear. Martí eligió tener paciencia y esta le ha llevado a ocupar esta tarde el banquillo local en Riazor. Al frente del Dépor presentará una propuesta que ya esbozó en Pamplona y que ahora necesita afinar en casa en el momento más crítico del curso blanquiazul. El equipo ha perdido incluso la plaza de promoción de ascenso y ha visto cómo se agiganta la brecha con los dos primeros de la tabla, alejados a diez.
El escenario no altera a Martí. Al menos, de eso presume el entrenador de los coruñeses, quien ayer machacó ante los micros la tan manida idea del paso a paso. «Entiendo el fútbol como que cada partido es una final; del primero al último. Tenemos que ganar tres puntos en cada uno. Estoy con la máxima confianza después de ver a los chicos trabajar durante la última semana», manifestó en la sala de prensa del estadio que hoy volverá a pisar. Allí reclamó «personalidad y agresividad en todo momento. No solo en la faceta defensiva. Ser agresivos a la hora de finalizar y también a la hora de presionar y recuperar». La receta que puso por delante a los suyos en el Sadar; y también la que facilitó los espacios para la remontada del Osasuna. Para ese borrón asegura tener antídoto Martí: «Hay que saber defender y no permitir ningún espacio. Debemos ser protagonistas con el balón. Presión inmediata y recuperar lo antes posible». Y, sobre todo, «hay que finalizar las jugadas. Vivimos del gol y eso solo se consigue tirando a puerta».
En esa verticalidad con desenlace ha trabajado mucho esta semana el plantel blanquiazul. Transiciones fugaces y remate sin entretener demasiado el cuero, penalizando cada pérdida del rival. Los futbolistas están concienciados para atosigar al adversario cerca de su área y llevar el encuentro al campo rival. «Les veo con la ilusión y la necesidad de que llegue el partido. El equipo va a rendir al nivel», sostiene el responsable de la preparación. Con la zaga definida desde la convocatoria (Somma es el único defensa de reserva citado), las dudas se abren en las plazas de interior, en las que no funcionaron ni Expósito ni Pedro Sánchez, y en la identidad del acompañante de Quique arriba. No despejó incógnitas Martí en una intervención durante la que halagó al adversario. «Es un equipo muy ordenado, que a través de la segunda jugada es capaz de generarte muchísimo peligro», resumió acerca de ese Extremadura que se resistió a dirigir.