Dos goles de Carlos, otro de Pedro y otro de Valle dan a los de Martí ventaja sobre un Málaga conformista
13 jun 2019 . Actualizado a las 17:14 h.El mejor Dépor de la temporada puso un pie en la final de la promoción merced a una felicísima remontada. Pero el 4-2 final no se entendería sin el decisivo papel de la hinchada de Riazor. Una afición que siempre hizo creer a sus jugadores, nunca los abandonó, les insufló el oxígeno de un partido sin respiro y, por supuesto, disfrutó una victoria que puede valer oro de cara al choque del sábado en La Rosaleda.
Fue un partido de Primera. La tensión y el temor mutuo que se podía prever entre el Dépor y el Málaga para abrir la gran semifinal de esta promoción se quedaron en la pizarra. A una intensísima y espléndida primera parte, jugada con el cuchillo entre los dientes por los veintidós futbolistas, muy sufrida desde los banquillos y disfrutada por una afición convertida en el jugador número doce blanquiazul, le siguió una reanudación fantástica que premió sin duda a un gran Deportivo con pulmones de acero, pero también el derroche de dos equipos a los que la Segunda se le hace pequeña.
Si los locales llegaron lastimados al descanso por sendos goles justo en las dos fortalezas más conocidas de su adversario, el balón parado y los misiles de Ontiveros, no lo acusaron. Desinhibido de la rigidez y las constantes finales ligueras, el Dépor jugó su mejor partido de los últimos meses. Sin duda tuvo mucho que ver esa comunión con una grada convertida en parte esencial de este equipo y sus posibilidades en esta promoción.
De inicio, el balón sonrió a los malaguistas, que lo manejaron con solvencia, pero el Deportivo siempre que pudo se lanzó a su yugular ávido de sangre. El Málaga le hizo daño entre líneas, con Adrián y Boulhord buscando las espaldas de Bergantiños. Una falta en esa posición sirvió para abrir a la banda, donde Ontiveros puso un centro al corazón del área pequeña y Luis Hernández, perseguido con la vista por Carlos Fernández, cabeceó solo a la red.
La diana no amilanó a los coruñeses, aún les dio más ánimos y empataron nada más sacar de centro. Cartabia percutió por la derecha y David Simón buscó el rechace para recibir el claro penalti de Ricca. Como contra el Mallorca, Carlos Fernández no dudó y marcó por el mismo lado, aunque esta vez a media altura.
El partido volvía a empezar y Cartabia, al que justo antes del pitido inicial se le pudo ver departiendo amigablemente con Víctor, pudo desnivelarlo, si el colegiado hubiera considerado a Keidi Bare último hombre del Málaga. Todo quedó en una amarilla en medio del clamor general y la sensación de que el camino para la remontada se ponía cuesta arriba. Y más cuando el Málaga plasmó en gol otra de sus especialidades. Ontiveros recibió entre líneas sin que nadie le saliese al paso y se sacó de la chistera un misil combado que se coló por encima de un Dani Giménez ligeramente adelantado.
Con el 1-2 se llegó al descanso, pero nada había terminado. Todo lo contrario. Con el viento en las velas de la afición el Dépor se lanzó a tumba abierta sobre un rival replegado y conformista. La fórmula fue resituar al equipo con Cartabia de segundo punta, Pedro en la derecha y Valle en la izquierda. La jugada del 2-2 contó con el protagonismo de buena parte de estos futbolistas. Cartabia, desatado, la sirvió al punto de penalti, por donde apareció Pedro para fusilar a Munir a la hora de juego. Ya olía a remontada, y el protagonismo correspondía a estos mediapuntas. Claro que justo antes, en una falta desde la izquierda, Ontiveros la clavó en el palo.
Pero el 3-2 ya estaba aquí. Tras un rechace, Pedro, entonadísimo y decisivo en todas las acciones, sirvió al desmarque de Cartabia, que desde la línea de fondo se la sirvió a la cabeza de Carlos Fernández en la línea de gol para que este remachase a la red. Solo entonces el Málaga respondió desde el banquillo y reforzó su mediocampo para contener el aluvión. Y el Dépor coronó a lo grande. Borja Valle remachaba a la red una ventaja que ahora debe hacer buena en La Rosaleda.
Ficha técnica
4 - Deportivo: Dani Giménez; David Simón, Domingos Duarte, Somma, Saúl García; Fede Cartabia (Caballo, min.81), Álex Bergantiños, Edu Expósito, Pedro Sánchez (Matías Nahuel, min.69); Carlos Fernández y Borja Valle (Vicente Gómez, min.85).
2 - Málaga CF: Munir; Iván Rodríguez, Luis Hernández, Pau Torres (Diego González, min.80), Ricca; Renato, Keidi Bare, Boulahroud (Erik Morán, min.66), Ontiveros; Blanco Leschuk y Adrián González (Pacheco, min.66).
Goles: 0-1, min.18: Luis Hernández. 1-1, min.21: Carlos Fernández. 1-2, min.37: Ontiveros. 2-2, min.56: Pedro Sánchez. 3-2, min.63: Carlos Fernández. 4-2, min.78: Borja Valle.
Árbitro: Soto Grado, del Comité Riojano. Mostró amarilla a Pedro Sánchez (min.13), del Deportivo; y a Iván Rodríguez (min.25), Keidi Bare (min.30) y Ontiveros (min.91), del Málaga.
Incidencias: Partido de ida de la primera eliminatoria de la promoción de ascenso disputado en el Estadio Abanca-Riazor ante 24.267 aficionados.