Con todas las entradas vendidas desde antes del encuentro de Riazor, la afición local recibirá el autobús de su equipo con el lema «Vamos a volver»
14 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El Deportivo y sus seguidores se encontrarán en Málaga con un rival decidido a remontar y a hacer valer el factor campo que le otorgó su tercera posición liguera. Hace días, antes del partido de ida, que se habían vendido todas las entradas para el encuentro. Así, aunque parece complicado que se completen las 30.000 localidades de La Rosaleda, pues muchos abonados suelen faltar a sus asientos, sin duda se batirá la mejor entrada de la temporada, que hasta ahora ostentaba el partido liguero contra el Mallorca, cuando se superaron los 23.600 espectadores. El miércoles en Riazor se superaron los 24.200 y, de nuevo, en el trascendental choque de mañana (21.00 horas, Partidazo), el equipo de Martí no se encontrará solo. Los aficionados del club coruñés ya han adquirido 281 entradas. Las taquillas de la oficina de atención al deportivista permanecen abiertas hasta este mediodía.
Para los malaguistas, el partido comenzará dos horas antes del pitido inicial del árbitro con el saludo al autobús de su equipo en la recta de la avenida La Palmilla, paralela a la grada de Tribuna del estadio de Martiricos, bajo el lema Vamos a volver. El último gran recibimiento se celebró precisamente contra el Deportivo el pasado febrero. Entonces se llegó a los 22.400 espectadores en las gradas y el marcador final fue de empate sin goles.
Como aperitivo a este ambiente que se respirará en la ciudad costasoleña, una treintena de aficionados recibió de madrugada nada más acabar el partido de A Coruña a la expedición andaluza en el aeropuerto de Málaga. Incluso el presidente y propietario del club, el jeque Abdullah Al-Thani, lanzó ayer un mensaje en Twitter. «Nunca te rindas», publicó.
El cuadro que entrena Víctor recibió ayer la buena noticia de las recuperaciones de sus laterales Juankar y Cifu, aunque aquel apenas ha podido participar en 330 minutos por culpa de las lesiones, mientras Cifu entró en los planes del exentrenador deportivista hasta que se lesionó en la penúltima jornada liguera. En cambio, siguen las dudas con el central Pau Torres, quien ayer hizo trabajo preventivo en el gimnasio tras retirarse lesionado del choque de Riazor por culpa de un golpe en la rótula, y es duda para el enfrentamiento de vuelta.