El planteamiento reservón de Martí regala al Mallorca el ascenso y deja A Coruña llorando
24 jun 2019 . Actualizado a las 16:40 h.Un Deportivo cobarde. Sin ideas, a merced en todo momento de un equipo recién ascendido de Segunda B desperdició los dos goles de renta cosechados el jueves en Riazor, renunciando así a jugar la próxima temporada en Primera División. La cobardía del planteamiento de José Luis Martí convirtió a su ex-equipo en nuevo conjunto de la máxima categoría del fútbol español. Mientras, A Coruña llora una noche de San Xoán preparada para una gran fiesta que «nos quitaron dos fuciños», que diría Arsenio.
El partido siguió el guión esperado. El Mallorca, empujado por un estadio que, a pesar de las pistas de atletismo, rugió como pocas veces, fue a por un Deportivo que, otra vez, se mostró timorato.
Martí planteó un partido similar al de La Rosaleda. Pero en Son Moix no tuvo los palos a favor. Principalmente por la izquierda bermellona, con Lago Junior y Estupiñan, pero también por el centro, con Budimir, Dani Rodriguez, Baba.... Y por la derecha Aridai. El Mallorca llegaba fácilmente a las inmediaciones del área gallega.
Dos acciones de Borja Valle antes del minuto 7 con cierto peligro -en la primera llegó incluso a pedir penalti- parecía que podían enfriar un poco el partido.
Tras el primer cuarto de hora, el Dépor dio la sensación de cambiar el chip y de tratar de manejar mejor el medio del campo, tocando el balón y durmiendo en parte el partido.
El ánimo de la grada decrecía e incluso pudo escucharse por primera vez a la hinchada blanquiazul desde la otra punta del campo: «¿Nos van a ver volver!». Pero los gladiadores que se jugaban la vida abajo volvieron a retroceder, cinco, diez, quince, veinte metros... Los necesarios para encerrarse en el área de la meta defendida por un Dani Giménez que no se cansaba de insistir a los suyos que dieran un paso al frente y no cedieran tanto espacio. El precio un tanto de Budimir en el 20, que volvió a convertir al Deportivo en un auténtico caos.
En medio de este desbarajuste, llegó el necesario descanso en el que todo hacía prever que el Dépor cogería fuerzas y plantearía un segundo tiempo más serio. Craso error, la escuadra blanquiazul volvió a salir acobardada, regalando el balón y fiando el ascenso a la falta de puntería balear.
Hasta que una contra de Lago Júnior cumplida la hora de juego provocó una falta que el árbitro adelantó varios metros permitió a Salva Sevilla establecer el segundo tanto, encender el fuego en Son Moix y demostrar, una vez más, la ineficacia del vergonzoso del técnico mallorquín, todavía en las filas del Deportivo.
El Mallorca siguió a lo suyo, pese a que el 2-0, que conducía a la prórroga, le favorecía en caso de llegar así al minuto 90. Y el Dépor también. Tímidos ataques, pero miedo. Mucho miedo transmitido desde el banquillo.
Y, al final, el fútbol fue justo con el que más buscó la victoria. Una contra de Abdón a ocho del final puso el 3-0 en el marcador, sentenció la eliminatoria, situó al Mallorca en Primera y al Dépor lamiéndose las heridas otro año en Segunda.
Ficha técnica
3 - Mallorca: Reina; Joan Sastre (Xisco Campos, m.87), Valjent, Raíllo, Estupiñán; Aridai (Abdón Prats, m.52), Baba, Salva Sevilla, Dani Rodríguez; Lago Junior y Budimir.
0 - Deportivo de La Coruña: Dani Giménez; Eneko Bóveda, Domingo Duarte, Pablo Marí, Saúl; Vicente Gómez; Pedro Sánchez, Edu Expósito, Matías Nahuel (Carlos Fernández, m.29); Quique y Borja Valle (Fede Cartabia, m. 79)
Goles: 1-0, m.20: Budimir; 2-0, m.61: Salva Sevilla; 3-0, m.81: Abdón Prats.
Árbitro: Pizarro Gómez (Comité Madrileño). Amonestó a Joan Sastre, Salva Sevilla del Mallorca; a Duarte, Borja Valle, del Deportivo.
Incidencias: Partido de vuelta de la final por el ascenso a Primera disputado en el estadio Son Moix ante 21.210 espectadores, entre ellos, unos 500 del Dépor