La maldición del lateral izquierdo

TORRE DE MARATHÓN

Luis Ruiz fue víctima en Huesca de un capítulo más del mal fario que planea sobre esta posición en el Dépor

29 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Dentro del gran misterio que es el mundo del fútbol, se puede encontrar que no se sabe muy bien por qué, en ocasiones, un club produce infinidad de buenos jugadores de una determinada demarcación, mientras que en otra exhibe una carencia desesperante.

Es el caso del Deportivo y su lateral izquierdo. El pasado domingo debutó Luis Ruiz, el número 25 de los últimos 20 años. Una cifra que, teniendo en cuenta que Romero estuvo ocho temporadas, Capdevila 7 y Filipe 4, resulta bastante elevada. Se da la circunstancia de que, además, los hombres que han desfilado por esa banda han protagonizado algunas de las anécdotas más curiosas de estas dos décadas.

Bonnissel

Le partió la nariz a un hincha

El paso de Jerome Bonnissel por el Deportivo fue de todo menos tranquilo. Los problemas acompañaron al francés durante los tres ejercicios que disfrutó en A Coruña. Más allá de no acudir a una convocatoria para un partido de Liga alegando que tenía problemas familiares, llegó incluso a agredir a un aficionado a la salida del entrenamiento. El jugador rompió la nariz de un cabezazo, después de que el joven de 17 años y un grupo de amigos lo increparan. El francés se bajó del coche y le golpeó. Meses antes había lanzado unas tijeras a un fotógrafo que cubría la información diaria del primer equipo blanquiazul.

Romero

Mordido por una culebra

Más allá de las continuas pitadas que Riazor le brindó durante sus ocho años como deportivista, Enrique Romero sufrió todo tipo de percances durante su vinculación al Dépor. El más sorprendente fue cuando, en Pamplona, fue mordido por una pequeña culebra en el trayecto entre el avión y la terminal. En otra ocasión, un perro se le cruzó en el camino cuando iba en bicicleta y cayó al suelo se lesionó.

Javi López

Se fue con el «culo cuadrado» de tanto ir al cine

Tras la desastrosa temporada 1997-98, aterrizó en el Deportivo Javier Irureta. Con él, un buen grupo de futbolistas españoles con el que el club pretendía hacer una pequeña limpieza en el vestuario. Entre ellos estaba un barcelonés procedente del Racing que venía para desenvolverse de lateral o interior zurdo. Al final, ni una cosa ni la otra. Se fue después de asegurar en pretemporada que tenía «el culo cuadrado» de tanto ir al cine.

Brayan Angulo

Dos partidos disputados y el cruzado roto en un año

Poco más que Javi López jugó Brayan Angulo. El entonces joven futbolista colombiano aterrizó en A Coruña en el 2009 y su aportación se limitó a dos partidos de Copa. En uno de ellos se rompió el cruzado y no volvió a saberse de él.

Evaldo

Se pasó de frenada en Vallecas y fue elegido el mejor

A Evaldo le pasó de todo como futbolista del Deportivo. Eran los tiempos en los que Lendoiro había iniciado una huida hacia delante, así que no tuvo problema en hacer jugar al brasileño sin permiso de trabajo ni el de residencia. Muchos aficionados no se explican por qué, ya que el nivel exhibido en A Coruña por el lateral fue pésimo. Para el recuerdo la pasada de frenada que tuvo en Vallecas y que permitió a José Carlos batir la meta blanquiazul. En un año de pésimo recuerdo, el enfado de la afición tras el descenso fue tal que, a modo de protesta, fue votado como el mejor futbolista de la campaña.

 

Stopira

Un caboverdiano que no llegó a jugar y que costó 150.000 euros y una demanda

Otro futbolista que pasó, o más bien no pasó, por el lateral izquierdo del Deportivo es Stopira. El caboverdiano fue fichado en el 2010 por 150.000 euros y un contrato anual de ochenta mil. Venía por cuatro temporadas y se marchó al finalizar la primera tras no haber debutado con la primera plantilla. Sí llegó a jugar con el Fabril. Antes de irse, la empresa que había vendido sus derechos demandó al club coruñés por impago.

Tiago Pinto

El hijo de Joao apenas estuvo unos meses en A Coruña

A finales de los noventa, el Deportivo intentó en varias ocasiones la contratación de Joao Pinto. No lo consiguió. Pero trece años después sí se trajo a A Coruña a su hijo. Tiago. Sin embargo, el joven apenas estuvo seis meses en los que poco se supo de él.

Manel

«Esta camiseta me queda grande», dijo en su presentación

Eran los tiempos en los que el Dépor formaba plantillas de más de cuarenta futbolistas y luego se las veía negras para conseguir equipo para todos. Entre esos que llegaron y no triunfaron está Manel, un lateral izquierdo procedente del Oviedo. El día de su presentación no pudo ser más sincero. Tras mostrar la elástica que le habían dejado para la foto dijo: «Esta camiseta me queda grande». Y así fue. Durante las cuatro temporadas que militó como blanquiazul solo disputó seis partidos.

Luisinho

Gran rendimiento pero con un carácter muy fuerte

Hubo futbolistas que rindieron a un alto nivel en el Deportivo. El último Luisinho. Sin embargo, la maldición del puesto también se hizo notable con el portugués, que durante su etapa como blanquiazul se vio inmerso en diferentes problemas extradeportivos. Incluso llegó a estar una temporada apartado del equipo tras una pelea con Arribas.

Dubarbier

Hizo recordar a Evaldo

Uno de los primeros fichajes de Carmelo del Pozo para el Deportivo fue el de Sebastián Dubarbier. Venía para aportar veteranía a una demarcación huérfana con la entonces previsible marcha de Luisinho. Se lesionó y vio cómo un fabrilista, Diego Caballo, lo adelantaba. Se recuperó y tuvo su oportunidad en Zaragoza, en la Copa. El resultado fue un partido horroroso que hizo recordar a Evaldo. Llegó a trastabillarse realizando un saque de banda.

Saúl

Llegó como fichaje de futuro y se fue gratis tras una dura pelea judicial

El Dépor se fijó en Saúl García cuando jugaba en el Racing. Se adelantó al Valladolid, que tenía un preacuerdo para cuando finalizara su vinculación con el club cántabro, y logró su fichaje pagando 250.000 euros. No encontró acomodo en el club gallego hasta su última temporada. Pero mientras Deportivo y futbolista se vieron inmersos en un proceso judicial por la denuncia del Valladolid.