
El Deportivo llega al Ramón de Carranza después de un resultado que sabe a derrota, a pesar de que no lo es. Cuando vas ganando en el minuto 85 y el rival te empata, al final sufres un resultado de esos que te hacen más daño. Así que a nivel anímico y emocional el vestuario tiene que intentar limpiar la mente cuanto antes, sobre todo cuando apenas hay margen entre un encuentro y el siguiente. Y asumir una circunstancia: ante el Numancia perdiste un punto en la prolongación del mismo modo que lo ganaste en el alargue en Gijón. El empate del miércoles fue un accidente, no un mal partido. Es algo que puede pasar en el fútbol: has de encarar el siguiente partido con la idea de competir bien y ganar. Las semanas con tres partidos en siete días son complicadas al haber poco tiempo para preparar cada compromiso. Bajo mi punto de vista, la principal acción del cuerpo técnico en una situación como esta, en cualquier equipo, es recuperarse desde el punto de vista emocional y recuperar al futbolista en lo físico, para jugar otra vez en apenas 72 horas y, sobre todo, sin tiempo para preparar el partido de forma específica. Así que hay que tener muy claro el plan de partido, aunque no lo puedas preparar apenas.
Un Cádiz de corte defensivo, reconocible y que lo hace fácil
Lo mejor que se puede decir de un equipo es que es reconocible, y el Cádiz lo es. Abrió la temporada de forma fenomenal por sus resultados —al margen de la contundente derrota en Alcorcón en un contexto especial, con dos penaltis en contra y tres futbolistas expulsados—. Lleva varios años con Álvaro Cervera como entrenador y se nota. Tiene un estilo eminentemente defensivo, no quiere equivocarse, no te pasa por encima ni te domina por juego, llegadas y fútbol. No pretende tener mucho el balón, pero sí es un equipo muy organizado que apuesta por transiciones brutales y rápidas.
Puñales en las bandas y fortaleza en el medio
En las bandas el Cádiz tiene dos puñales: con Salva, que es una bala, en la derecha, y Perea en la izquierda como el más determinante de cara al gol, y que aprovechó su paso por el Extremadura para crecer. Lozano solía actuar como punta de referencia, pero será una de las tres bajas por sanción junto a Bodiger y Espino. Así que pueden actuar en esa posición, para pelear, aguantar el balón y esperar, Nano o Quintana. Tiene el Cádiz un mediocampo muy fuerte, con Álex en la posición de segundo punta. Es un centrocampista con llegada y criterio. José Mari y Garrido forman un tándem de mediocentros fuertes, de trabajo, que suelen incomodar al rival. Tratarán todos de que el Deportivo no juegue cómodo ni mueva fácil el balón. Los cuatro defensas tienen experiencia, y los laterales al tiempo que se incorporan bien al ataque, son rápidos y difíciles de desbordar.
Si hay una pérdida, el Dépor necesita un repliegue rápido o una falta táctica
¿Qué le conviene al Deportivo ante este Cádiz? Equivocarse poco, minimizar las pérdidas de balón y no jugar a lo que quiere el rival. Es clave evitar los contragolpes y las transiciones rápidas de un equipo que las ejecuta muy bien. Así que, si hay un robo en contra, hay que cortar al rival con un repliegue rápido o una falta táctica. Porque, en cambio, al Cádiz le cuesta más cuando tú estás bien organizado y le dejas la manija y el peso del encuentro. Si te adelantas en el marcador, sufre, no está cómodo. Para el Dépor, en estas circunstancias, sería interesante aprovechar una contra o el balón parado.
La estrategia, otra arma amarilla, con buenos cabeceadores
Después de las rotaciones de Alcorcón, el Cádiz volverá al equipo que funcionó en las primeras cinco jornadas. Como tantos equipos de Segunda, es poderoso a balón parado. Álex y José Mari son buenos lanzadores, e incluso cuenta con Salvi o Perea por su buen golpeo. Los centrales, Cala, Marcos Mauro o Fali, van muy bien de cabeza, y también Garrido.
