El japonés del Dépor está encantado de la gastronomía, la cultura y la gente de Galicia
28 sep 2019 . Actualizado a las 15:41 h.Gaku lleva apenas dos meses en la ciudad, pero ya ejerce de coruñés. Impactado por la belleza de sus playas y el color del mar, encantado con la gastronomía y la gente, y con un sinfín de planes todavía por hacer junto a su mujer, la actriz Erina Mano, el futbolista del Dépor, de 27 años, habla (mediante traductor, pues aunque entiende el español no se atreve a hablarlo con fluidez) de sus inicios y su vida en A Coruña.
-¿Dónde empezó la historia de Gaku?
-Nací en Aomori, al norte de Japón, y A Coruña me recuerda mucho a allí, porque también tiene costa. Mi familia es una familia normal, tengo dos hermanos y empecé jugando con ellos.
-¿En Japón se juega al fútbol en la calle?
-Sí, jugar al fútbol en el parque es normal, pero jugar con muchos chicos en la calle no es tan normal. Lo más sencillo es entrar en un club y comenzar jugando con gente de tu edad.
-Pero en su país el deporte rey es el béisbol.
-Sí, y el sumo, que es un deporte tradicional. En los medios de comunicación sale sobre todo estos dos, pero el fútbol también tiene hueco.
-¿Y por qué eligió el fútbol?
-La influencia de mis hermanos fue importante, porque ellos jugaban. También probé al béisbol alguna vez, pero lo que me gustaba más era el fútbol. Por eso lo elegí.
-¿Cómo es la historia de Gaku desde aquel niño hasta marcar dos goles al Madrid con el Kashima en el Mundial de Clubes?
-Cuando tenía 12 o 13 años mi físico era bastante grande, solo era un poco más pequeño que hoy, y era un jugador conocido en mi país. He jugado en los clubes de una escuela de fútbol y en la escuela más famosa de Aomori y ahí poco a poco fui avanzando. Entré en Kashima con 18 años y allí jugué seis años. Gané títulos, poco a poco fue evolucionando mi fútbol, pero tenía desde el principio sueño de jugar en España. Y fue el calendario perfecto, porque marqué dos goles al Madrid justo antes de venir al Tenerife.
-¿Ha podido visitar ya la Torre de Hércules o la catedral de Santiago?
-Todo es nuevo para mí en mi experiencia de vivir en Galicia. Sé que hay una gran gastronomía, muchas cosas que ver, turismo y la gente. Quiero conocer su cultura.
-¿El pescado ya lo ha probado?
-He vivido en Tenerife y Madrid y me encanta la comida y la gastronomía española. Sobre todo los mariscos y los pescados, porque Aomori tiene fama de tener el mejor pescado de Japón. Por eso prefiero el marisco y el pescado antes que la carne, porque me recuerdan a allí.
-¿Y le gustan más los de aquí o los de allá?
-No puedo decir si uno es mejor o peor. La manera de cocinar aquí es diferente. Aquí sabe más fuerte, porque se cocina diferente. Allí es un sabor más sencillo.
-¿Le gusta cocinar?
-Yo no cocino, pero mi mujer sí. Ella lleva aquí desde el verano.
-¿Le gustaría invitar a sus compañeros a comida japonesa?
-Cuando este verano Fede Cartabia hizo barbacoa disfruté mucho y me gustan esas actividades. Me gusta la comida japonesa, pero también la de aquí, o la de barbacoa o parrillas también está bien.
-¿A su entrenador también?
-Claro, me encantaría llevarle a comer un buen plato de comida japonesa.
-¿Las playas gallegas son iguales a las de Japón?
-Me encantan las playas de Galicia. Son más limpias, más como de cristal. El color del mar también es diferente. En Japón el mar es de un azul más oscuro.
-¿Tiene algún sitio preferido en la ciudad?
-No he tenido mucho tiempo de explorar, pero me gusta el Monte de San Pedro. Suelo ir con mi mujer y mi perro para admirar la vista.
-¿Fuera del vestuario coincide con compañeros? ¿Tienen aficiones comunes?
-No tengo particular relación fuera del campo con ellos. La diferencia de horario es muy grande. En Japón se come antes que aquí, la cena es sobre las siete y media, y a las once ya estoy en la cama. Quiero mantener ese ritmo. Cuando hay cena del club claro que voy con ellos, pero para mantener mi condición física quiero hacer a diario así.
-¿Cuántas veces ha soñado con su primer gol en Riazor?
-Ojalá llegue ese día lo antes posible, pero ahora a pensar en el Mirandés.