Con el Deportivo colista, los puestos descompensados, y el mercado cerrado, a Luis César no le queda otra que analizar a fondo los elementos disponibles para ser capaz de conjuntar un equipo con trece o catorce piezas fundamentales. Reajustar y adaptar a algunos de sus futbolistas a funciones a las que no están tan acostumbrados.
Las piezas no se han acoplado hasta ahora y eso produce disfunciones en todas las líneas. Un equipo que siempre empieza intentando combinar para acabar jugando directo ante la presión del rival pese a que la distancia entre líneas facilita que el rival recupere el balón y arme el contraataque. Así se produce además un desgaste físico muy grande que penaliza en los últimos minutos.
El principal recurso entre ambas áreas es Aketxe, quien debería ser más importante cuando la pelota caiga al suelo. Es necesario ubicarlo espacialmente para que tenga mayor incidencia en la construcción y darle opciones de pase. Ajustar la movilidad de los extremos. Identificar qué quieres y qué tienes. Y lo que tienes ahora son jugadores con remate, especialistas de área, que exigen que la pelota llegue a línea de fondo y se produzca un centro de delante hacia atrás, algo que de momento ningún jugador del Dépor ha ofrecido.