Votó contra las cuentas del club después de pedir unidad
19 dic 2019 . Actualizado a las 12:57 h.Durante meses, Lendoiro preparó su regreso al Deportivo, preferiblemente con un cargo remunerado. Orquestó primero a través de Jesús Martínez Loira una hoja de ruta para su acercamiento al consejo de administración de Tino Fernández, trató luego de influir con escritos con su particular visión sobre el fútbol y, echando ya el resto, apeló en los últimos días a una supuesta unidad del deportivismo que pasase por su regreso a las órbitas de decisión de la plaza de Pontevedra. Incluso el lunes, la víspera de la asamblea, se dejó ver en Palexco para pedir una llamada telefónica de Tino Fernández o Fernando Vidal que ya intuía que no se produciría, para conseguir un puesto. Pero se celebró la junta de accionistas y Lendoiro calló. Aislado, sin contacto con los grandes actores de la asamblea del relevo, lo único que hizo fue votar contra las cuentas, un gesto sin mayores consecuencias, perdido en el minoritario 11 % de acciones que rechazaron el balance de la temporada pasada y el presupuesto de la actual. Pero una decisión, en todo caso, que entra en contradicción con la petición de unidad —en torno a su persona— que había lanzado. Además, si la junta hubiese vetado las cuentas, se complicaría la ágil toma de decisiones que durante semanas se pidió para remodelar el equipo. Zas habría tenido que reformularlas y el rechazo de la junta habría dejado al Deportivo, en pleno concurso de acreedores y con una deunda de 88 millones de euros, en una situación delicada ante la Liga, que mantiene un exhaustivo programa de control financiero de los clubes, justo antes del mercado de enero y la actualización de los topes salariales de los equipos.
El ambiente de la bronca junta de accionistas propiciado por simpatizantes de Lendoiro parecía anticipar su toma de la palabra donde realmente se tratan los principales asuntos del Deportivo. Pero calló. Tampoco habló luego ante los periodistas. Y todavía no explicó su plan ahora que ha quedado completamente en fuera de juego. El propio Vidal zanjó que no tendrá ningún cargo en su proyecto, sino que se rodeará de personas de su confianza.