El nuevo mandatario del Deportivo, que ocupará el cargo hasta la junta extraordinaria del día 14, es hijo de un ilustre abogado coruñés, administrador concursal, futbolista modesto y aficionado a la vela
27 dic 2019 . Actualizado a las 19:08 h.Coruñés. Con raíces asturianas. De la quinta del 69. Abogado. Deportista. Casado. Padre de familia. El Deportivo tiene nuevo presidente y este responde al nombre de Juan Antonio Armenteros Cuetos (A Coruña, 22 de abril de 1969). Toño Armenteros, como le conoce la abogacía de la ciudad, con la que más allá de la simple profesión mantiene importantes vínculos, llega al Deportivo para asumir la transición entre la salida de Paco Zas y la llegada el 14 de enero de Fernando Vidal.
Hijo del ilustre abogado Juan Antonio Armenteros Montiel, tras la muerte de su padre se hizo cargo del despacho que este había fundado en el centro de la capital herculina. Experimentado administrador concursal, ha sido y es asesor jurídico de importantes empresas como Winterthur Seguros (en su día) y actualmente de Axa, entre otras.
Accionista y socio número 1.874 del Deportivo ve el fútbol desde la esquina que une la Tribuna con Pabellón Superior, a donde acude cada domingo acompañado de un grupo de amigos, en su mayoría también abogados. Tal es la vinculación a su profesión que incluso es miembro del órgano de gobierno del colegio provincial de A Coruña.
Con sus colegas de toga comparte su otra gran pasión: el deporte. Juega al fútbol en el equipo del colegio de abogados. En su juventud lo hizo en el Montañeros, el Unión Sportiva y el Santa Margarita. Siendo infantil incluso llegó a hacer pruebas para entrar en la cantera del Real Madrid.
El mar también copa gran parte del corazón de Armenteros. Navega siempre que el tiempo y el trabajo se lo permiten. En compañía de la familia o de amigos. Tiene una coqueta embarcación de recreo de la que disfruta todo lo que puede. El resto del tiempo que dedica al deporte es practicando crossfit de la mano del exjugador del Dépor Juanma Delgado, su entrenador personal.
En la familia encuentra Toño Armenteros su inyección de fuerza para la frenética actividad que lleva a cabo cada día. En su esposa, Sonia, y en su pequeña, Inés. Y casi de la familia son también la alcaldesa, Inés Rey, y su esposo, Jorge Castro, de los que es compadre.
«Discreto y con un toque de timidez a primera vista, que desaparece con la confianza», dicen sus amigos, Armenteros llega al Deportivo sin afán alguno de mantenerse en el cargo más allá del 14 de enero y con el único interés de facilitar una transición lo más dulce posible hasta que Fernando Vidal ejerza abiertamente como máximo responsable de la centenaria sociedad. Será un presidente con fecha de caducidad.