La «lambretta» de Fernando Vázquez

TORRE DE MARATHÓN

cesar quian

19 ene 2020 . Actualizado a las 20:18 h.

Es muy posible que Fernando Vázquez no sea el mejor entrenador que ha pasado por Riazor. Igual que, cuando Vicente del Bosque se hizo cargo del equipo nacional, los había mucho más preparados que él. ¿O acaso alguien es capaz de sostener que Zinedine Zidane es uno de los cinco mejores entrenadores del mundo? Seguro que muy pocos. Los mismos que asegurarían que no vieron un preparador con una capacidad táctica superior a la del adorado Arsenio Iglesias y su sota, caballo y rey. O que la furia de Joaquín Caparrós es la mejor estrategia que hay para los partidos.

Es posible que, sobre todo en el fútbol actual, haya técnicos mucho mejores que estos. Pero para esos equipos y en esos momentos, los citados fueron y son los mejores.

Seguramente, en el fútbol actual, la metodología, el trabajo diario y la preparación de los partidos de Luis César estén más valorados que los hábitos de Fernando Vázquez. Pero el de Castrofeito ha sabido transmitir una fe, un compromiso, una ilusión a la plantilla y a la afición que hasta su llegada no había. Es la segunda vez que le sucede. Y eso que en los últimos doce años apenas entrenó dos completos.

Porque en el fútbol es tan importante el aspecto psicológico como el táctico. Solo así se explica que jugadores como Aketxe o Gaku estén a años luz de los que hace poco más de un mes acumulaban derrota tras derrota.

Fernando ha conseguido meter 25.000 personas en el campo del colista de Segunda. Y no solo eso, sino que los ha hecho volver a sentirse identificados con un equipo que últimamente se merecía más bien poco. Tanto que hasta una carrerita por la banda es celebrada casi como una genialidad de Djalminha. Es la lambretta particular de Fernando Vázquez. El mejor para este Dépor y en esta situación.