Álex Bergantiños ocupará la medular blanquiazul, desplazando a Peru Nolaskoain al eje de la zaga, y ejercerá sobre el césped su labor de enlace con Fernando Vázquez, quien le ve dotes de técnico
23 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.«Ser un buen entrenador es la mitad de la tarea». El otro 50 % de la obra de Fernando Vázquez saltará a las cuatro de la tarde al césped de La Romareda; a medir su fenomenal racha con la del único equipo que le aguanta el pulso en la segunda vuelta. Lo hará con un infiltrado que representa ambos lados. El del futbolista y el técnico.
«Álex Bergantiños es entrenador ya ahora», certifica Vázquez, entendido en la materia. «Yo hablo de fútbol con Álex y a veces hasta le pregunto. Ve el fútbol desde dentro, evidentemente le falta la perspectiva de entrenar, pero las experiencias que está cogiendo…», reflexionaba el míster durante las dos horas de charla de la entrevista de esta semana. «Yo siempre le digo a mis jugadores que cojan apuntes, que no sean tontos; porque pasan y no se dan cuenta. Si llevasen un diario… Si a mí me ocurriese, eso... Es una ventaja impresionante. Bergantiños debe de tener unos diarios en casa… Y a mí me da que él lo hace, porque eso se nota cuando hablas», apuntaba el de Castrofeito, que frente al Zaragoza enviará al centrocampista coruñés a ser su portavoz en mediocampo.
El capitán volverá a ser titular después de varias jornadas analizando desde el banquillo el juego del equipo al que está atado, más allá de lo que diga un contrato. Salió de inicio frente al Numancia, y desde entonces le ha tocado actuar con los duelos ya empezados. Frente al Racing, por ejemplo, su concurso fue requerido con el Dépor mandando por 2-1 y con un futbolista de menos en el campo. Cuando relevó a Koné, el movimiento fue similar al que se producirá en La Romareda. El de La Sagrada a la medular, Nolaskoain a la zaga. Vázquez dudaba si instalar al vasco en el eje de la línea de tres o a la izquierda, y fue Álex quien le invitó a desplazar a Somma hacia la siniestra tras una de esas preguntas a las que se refería el técnico.
El momento refrendó la complicidad entre ambos, puesta de manifiesto ya desde la toma de contacto entre la plantilla y el entrenador retornado. Entonces, el capitán ejerció de enlace, allanando el terreno. Lo admitió el propio míster, feliz de encontrar entre el plantel una cara conocida. Reticente a adoptar un segundo, Vázquez ha encontrado además en Bergantiños a un fenomenal conversador para discutir sobre táctica.
El mismo sistema
No habrá variación en ese aspecto frente al Zaragoza, que recibirá al mismo Dépor que hasta enfrentarse a Figueroa Vázquez había hilado siete jornadas sin dejar de ganar. Seis con un único sello. «Solo los resultados me dirían: chaval, a cambiar», advertía el autor de la nueva versión blanquiazul poco antes de salir hacia Aragón. Inmutabilidad por decisión propia, no por falta de opciones, porque ya se encargó el técnico de aclarar que «el Deportivo juega de una manera, pero no es la manera de Fernando Vázquez. Un buen equipo es el que se adapta a esta idea, cree, pero tendrá que adaptarse a otra en otros momentos. Valoro la capacidad de cambiar». «Lo que más me alegra es que el equipo hace lo que planeamos hacer. Parece fácil, pero hay que darle mérito a la disciplina táctica de los jugadores. Con todo el realismo y la humildad aceptan un plan que es bueno para las necesidades del equipo». Un plan que implica sacrificarse y resistir. Esta vez, las acometidas de un adversario acostumbrado a mandar, que aspira a quedarse a solo un punto del Cádiz, líder eventual.
Para la cita se han alistado tres nuevos respecto a la del pasado viernes. Luis Ruiz ocupa la plaza de Salva y a Valle le correspondería la de Somma, en un reemplazo peculiar. Uche, afinado en cuanto a ritmo, toma la de Vicente, castigado porque sí. «Cómo voy a entender esa sanción —se revolvía Vázquez en sala de prensa—. ¿Por qué un árbitro al que le dicen ‘lo siento mucho, no te puedo felicitar’ lo tiene que hacer constar en acta? Y mucho menos entiendo que eso lleve sanción. Es absurdo y contradictorio, como muchas cosas en el fútbol. Aunque tengo tantos años y vi tantas cosas que no me sorprende casi nada». Ya podrá añadir a su lista que una vez empleó un entrenador-jugador.