Paso descomunal del Dépor hacia la permanencia en un descuento que lo tuvo todo
27 jun 2020 . Actualizado a las 22:23 h.«En el minuto 90, el jugador Çolak, Emre, fue amonestado por el siguiente motivo: saltar la valla y subir la grada en la celebración de la consecución de un gol». El reloj de Pulido Santana se detuvo, como es costumbre, a la hora y media de encuentro. Todo lo sucedido a continuación queda asignado en el acta arbitral a ese instante en el que arrancaría el descuento; un tramo fantasma para el contador. A la intangible pila de segundos recuperados, breve por lo general, y ligeramente ampliada ahora por culpa de los refrigerios y la bendita profusión de cambios reglamentarios, quedará pues adscrita media salvación blanquiazul. La otra mitad, como recordó Fernando Vázquez, es ya solo cuestión de un par de victorias en seis partidos, reto en principio asequible para un conjunto que no pierde desde que el fútbol reapareció.
El escrito del colegiado no solo apiña los goles y las tarjetas, sino que altera, por error, el orden de lo sucedido. Porque el 1-1 se lo atribuye a Emre mientras adjudica a Trigueros el segundo tanto local. Imposible reconocer en el documento la luz al final del inmenso túnel por el que el Deportivo asoma al fin. No hay cabida para la falta sobre Aketxe con la que Yuri dio por inaugurado todo lo demás. Vino enseguida otra infracción, esta de Borja Valle sobre Omar. Y luego un saque de esquina concedido por Fran Manzanara. El que hacía la media docena. Uno especial. Lo puso en marcha Aketxe, con su zurda afinada. Capaz de detectar a Pablo Trigueros entre Sielva y Valcarce. El central se elevó por encima de ambos compañeros y cabeceó imparable hacia su propia red.
El foco se trasladó de inmediato al área opuesta, para detenerse en otro córner (entregado por Vallejo) concluido en remate. De Navarro a pase de Omar. Indispensable acción para que Dani Giménez se resarciera de su despeje en el 0-1, evitando el 1-2. Dando otra oportunidad a los de casa; de nuevo a los pies de Aketxe, que encara a Fullana y en dos quiebros lo manda a pastar. Centro raso, carambola entre Valcárce y Manzanara. Bola muerta y... «Çolak, Emre, fue amonestado por el siguiente motivo: saltar la valla y subir a la grada en la celebración de la consecución de un gol». La peligrosa maniobra del turco puso en riesgo a un público inexistente, con el que quiso festejar un tanto tamaño permanencia, anotado en un minuto que tampoco existió.