El futbolista turco pretende redimirse tras no acudir al entrenamiento del lunes, se disculpó por teléfono con Vázquez y el Deportivo no lo apartará del grupo
14 jul 2020 . Actualizado a las 15:12 h.Emre Çolak no quiere que los que probablemente sean sus últimos días como jugador del Dépor echen por tierra cualquier buena impresión que pueda haber causado en la hinchada durante sus idas y vueltas en el conjunto blanquiazul. El turco había visto en su retorno a Riazor una oportunidad para asumir ante el equipo y sus seguidores su cuota de responsabilidad en el reciente descenso; empezó dando ejemplo de compromiso y haciendo horas extras para recuperar la forma, brillando incluso en la fundamental victoria frente al Racing de Santander. Sin embargo, poco a poco la situación se fue torciendo debido a su irregularidad sobre el césped y algún error fuera de él. Sus despedidas en redes sociales, cuando el equipo coruñés sigue enfrascado en la difícil lucha por la permanencia, molestaron a muchos, pero el mayor desplante llegó este lunes, cuando, tras la derrota frente al Extremadura, en una cita en la que Çolak firmó una floja actuación, el mediapunta decidió no presentarse a entrenar junto a sus compañeros.
En el club no recibieron ningún aviso por parte del futbolista, que tampoco ofreció explicación inmediata a su actitud. Tardó en ser consciente del daño causado y ahora que lo ha asumido, pretende repararlo cuanto antes, atendiendo además al escaso margen que da la competición. Por de pronto, comunicó a la entidad su intención de renunciar al día libre concedido al plantel y ejercitarse a las órdenes del preparador físico, Manuel Pombo, con quien se citó ayer a las 11 de la mañana en la ciudad deportiva de Abegondo. Justo 24 horas después de la sesión de trabajo a la que se ausentó.
El propósito de enmienda incluye además una petición de disculpas a todo el grupo, que pronunciará cuando vuelvan a reunirse hoy, y otra a título individual dirigida al entrenador. Çolak contactó el mismo lunes por teléfono con Fernando Vázquez para hacerle llegar su arrepentimiento, darle explicaciones y ponerse a su entera disposición, aceptando el castigo que el míster crea pertinente. Una penalización que no pasará por apartar al mediapunta del trabajo, ya que se considera necesario el concurso de todo el plantel para amarrar la salvación.
Por último, el turco tratará de encontrar el modo de dirigirse también a los aficionados del Dépor. Entiende el malestar que han podido causar sus actuaciones recientes y busca la manera de limitar todo lo posible el impacto de sus graves errores.
