Ya solo importa el gol

TORRE DE MARATHÓN

Miku, durante el encuentro ante Unionistas
CESAR QUIAN

El Dépor ve esfumarse el objetivo, confirmado ya como el equipo menos anotador de todo el grupo 1

01 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta vez se sabía todo antes de empezar. Se sabía que el Compos le había ganado al Coruxo y que el Zamora se había dejado dos puntos frente al Racing de Ferrol. Se sabía incluso que el Lealtad de Villaviciosa había empatado en casa de la Cultural. Y este último no era un dato menor. Por un lado, porque los leoneses marcan la línea que permite pelear por el ascenso en la otra mitad del grupo 1; por otro, porque los asturianos son los únicos que discuten al Deportivo su triste condición de equipo con menos gol. Siete han anotado ellos, confeccionados para pelear la permanencia a fuerza de no encajar. Siete han marcado los coruñeses, que arrancaron la temporada presumiendo de arsenal. Un abanico que incluye una vieja gloria venezolana y otra de Guadalupe, un canterano de glorioso tránsito por Tercera, y un portugués colocado en la rampa de salida justo cuando parecía haberse quitado de encima los kilos de más que traía al llegar. Del repertorio se ha caído Rolan para poder cuadrar unas cuentas que quizá tengan que dar para un curso extra en Segunda B. Se va el atacante de más gol y talento, y a cambio llega Raí, que trae etiqueta de multiusos pero debutó demostrando que la versatilidad no alcanza las proximidades del marco rival.

El brasileño, emplazado en ese espacio a espaldas del punta para el que no hay especialista en el plantel, perdió el primer balón que tocó y tardó casi 20 minutos en volver a intervenir. De nuevo, mal. A la tercera logró al menos conectar con Valín, y después de aquella enlazó con acierto una vez con Miku y otra con Lara. La séptima fue una dejada con el pecho en la frontal. En la progresión no se registra ningún remate, pese a que el Dépor volvió del vestuario decidido al menos a chutar. Porque todo lo que no es el gol no importa ya. No hay valor en disimular sin problemas la ausencia de Mujaid, ni en que el balón pase casi todo el tiempo en campo de un Unionistas conforme mientras no se altere el marcador.

Vuelve Uche y demuestra que sigue siendo capaz de gobernar en solitario la medular. Que su físico le llega para sacudirse adversarios de encima mientras conduce y que empieza además a soltarse con el pase en profundidad. Regresa Keko con sus fintas, que lo mismo le colocan en ventaja para asociarse por dentro que le llevan a pisar la cal y centrar. Reaparecen dos piezas fundamentales y se aprecia una intención más clara de combinar.

Y Valín recupera su versión del Reina Sofía, cuando ante el mismo oponente convirtió su carril en autopista. Hasta hay una nueva parada de Abad que añadir a la lista de intervenciones con las que conjurar el gafe de la portería blanquiazul. Si se hace un esfuerzo, podría apreciarse un mayor acierto en la toma de decisiones de Lara, que en una ocasión se animó incluso a cambiar de orientación el juego en lugar de agachar la cabeza y regatear. Borges estuvo más cerca del Borges de Pasarón o el que saltó al campo ante el Alavés. Granero reconstruyó el muro y en el recuento de los casi hay al menos un penalti que el árbitro dejó de pitar.

Qué más da. Es tarde para brotes verdes. El Dépor enlaza su sexta cita sin victoria y De la Barrera acumula tres sin ver marcar. Era una final. Solo valía el triunfo. Y no hay quien gane sin gol.